Orio - La Ertzaintza ha detenido a un vecino de Orio acusado de abusar sexualmente de la hija de su pareja sentimental, de ocho años. Los tres convivían en el mismo piso de la localidad costera. Todo se precipitó el jueves, cuando la madre se desplazó a la comisaría de Donostia a interponer la denuncia alertada por el relato que le había hecho su hija sobre unos presuntos abusos que apuntaban directamente a su pareja sentimental. Además, la mujer está embarazada de cuatro meses de él.

Una vez puestos los hechos en conocimiento de la policía, agentes de la Ertzaintza se desplazaron la tarde del jueves al domicilio familiar, donde L.S.J, de 31 años y nacido en Zumaia, fue arrestado sin oponer resistencia.

Después de pasar la noche en comisaría, ayer fue trasladado de nuevo al domicilio familiar, en la calle Eusko Gudariak, donde se realizó una inspección ocular para buscar pruebas y evidencias del delito denunciado por la madre de la pequeña. Según fuentes de la investigación, el equipo que ha atendido a la menor ha sido extremadamente cauteloso a la hora de recabar datos sobre lo ocurrido, planteándole a la niña diferentes preguntas como si fuera un juego.

El detenido aceptó ayer estar presente en el piso. Agentes de la Unidad de Policía Científica con base en Erandio analizaron una por una las diferentes habitaciones de la casa, tomaron huellas y buscaron restos de semen y manchas en la colcha y sábanas de la pequeña. Según relataron a este periódico vecinos de la zona, el registro comenzó a las 11 de la mañana. A todo el mundo cogió por sorpresa el despliegue policial. Una conocida del arrestado llegó a intercambiar alguna impresión con él mientras era conducido al domilio esposado. “¿Todo bien?”, le preguntó. “Sí”, fue su escueta respuesta. La inspección ocular continuó puertas adentro, mientras los vecinos entraban y salían del portal, como si nada estuviera ocurriendo en el inmueble que en ningún momento fue precintado para que todo transcurriera con la máxima discreción.

“Muy entero” Los vecinos se sorprendieron por la tranquilidad con la que el joven asistió a la inspección ocular. “Si me hubieran acusado de algo así y es mentira, desde luego que tranquilo no estaría. Me ha dado la sensación de que estaba muy entero, aunque la verdad es que no sabemos nada de lo ocurrido”, comentaba un vecino.

La Policía Científica extrajo varias maletas con las muestras obtenidas, que serán analizadas para obtener toda la información posible a disposición del juzgado. Cinco horas después de llegar al piso, a las 15.55 horas, dos agentes salieron del portal con el joven, que fue conducido en una patrulla policial a la comisaría de Donostia, donde permanecía ayer al cierre de esta edición mientras se mantiene abierta la investigación.

A la espera de su resultado, el entorno familiar suele guardar relación con los casos de abusos sexuales. De hecho, según diversos estudios, en el 13% de casos se trata de la pareja sentimental de la madre. El 22% de las niñas que son víctimas de abusos reciben este maltrato entre los cinco y nueve años. Según un estudio de Echeburúa & Guerricaechevarría, generalmente la edad de inicio de los abusos en niñas se estima entre los 7 u 8 años, mientras que la de los niños se da entre los 11 y los 12. Se calcula un aumento del riesgo entre los 6 y los 12 años de edad.