Nekane Balluerka (Ordizia, 1966) es desde ayer la primera rectora de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU). Y la primera guipuzcoana. Hace unas semanas la catedrática en Psicología confesaba que una de las cosas que más ilusión le hacían de dar el paso al frente es que la universidad pública, tras 36 años de historia, vaya a estar dirigida por una mujer. “Me encantaría que cuando mis hijas tengan mi edad sea anecdótico que una mujer ostente un cargo de responsabilidad”, dijo en DNA. Tras conocer los resultados de la histórica votación, Balluerka afirmó sentirse “orgullosa de ser mujer” y que con su victoria no se ha roto el techo de cristal en la universidad, sino un techo de acero. “Altzairuzko sabaia”, afirmó en euskera. Durante su intervención, la catedrática defendió las políticas de discriminación positiva hacia las mujeres y se comprometió a seguir desarrollándolas dentro de la institución. Sus primeras palabras de agradecimiento estuvieron dedicadas a sus padres y a su marido, de quien dijo que “es un ejemplo de conciliación”. Balluerka confesó que su pareja no quería que se presentase a las elecciones “porque iba a ser duro e iba a empeorar la calidad de nuestra vida familiar, pero a pesar de todo ahí está apoyándome”.

Profesora, investigadora internacional, ama de dos hijas, cinturón negro de shoringi kempo, amante de los viajes en furgoneta y la lectura. Estos son algunos de los rasgos que componen el perfil de una profesional que destaca de sí misma su perseverancia. Nekane “kemen-tsua”. Cree firmemente en una universidad pública que esté al servicio de la sociedad vasca, que siga siendo el principal agente investigador del país y tenga una oferta académica de calidad que responda al dinamismo de un contexto económico cada vez más competitivo y global.

También es zurda. Lo que en la Edad Media y durante la dictadura franquista se consideraba una tara y sinónimo de demencia, de ahora en adelante le puede ser muy útil. No en vano, Balluerka va a necesitar mano izquierda para renegociar con el Gobierno Vasco la financiación aprobada en el nuevo Plan Universitario. Conseguir estabilidad económica a largo plazo y no fiar esta cuestión central a los reiterados inclumplimientos del Ejecutivo de turno ha sido una de las prioridades de la campaña. Mejorar la estabilidad y la calidad del empleo de una plantilla envejecida y promover un nuevo marco que permita alcanzar mayores cotas de autonomía en ámbitos como la contratación o el modelo de gobernanza se ha convertido en el mantra de Balluerka a lo largo de las dos últimas semanas, en las que la guipuzcoana y su equipo han visitado más de 40 centros de la universidad para dar a conocer su programa.

Se licenció en Psicología por la UPV/EHU en 1989 y se doctoró en esta misma universidad en 1993, en ambas ocasiones con Premio Extraordinario. Al finalizar la licenciatura comenzó su labor docente en la Facultad de Psicología. Desde 2009 es catedrática del área de Metodología de las Ciencias del Comportamiento. Como profesora ha logrado la evaluación de excelente en el programa Docentiaz. Ha participado en 41 proyectos de investigación, es coautora de 96 artículos científicos y 24 libros. También ha realizado estancias como investigadora visitante en la Arizona State University (1995), en la University of California (2005) y la University of Manchester (2010).

La catedrática nunca ha ocultado que su proyecto universitario es heredero del modelo impulsado por los dos últimos rectores, Juan Ignacio Pérez Iglesias e Iñaki Goirizelaia. Sin embargo, Balluerka rehuye la etiqueta de continuista. Le acompaña un equipo nuevo que se presenta con la intención de abrir un periodo nuevo con nuevos proyectos y nuevas ideas para afrontar los grandes retos: mejorar la empleabilidad del alumnado, promover la investigación de frontera que contribuya al incremento de la internacionalización de la actividad científico-tecnológica y reforzar aquellas áreas con baja densidad de investigación, impulsar la transferencia o mejorar la percepción social de la UPV/EHU.

Como casi cualquiera que aspire a sentarse en el Rectorado, Balluerka ha prometido acabar con la burocracia. Pero parece más probable que antes se cree la nueva Escuela de Posgrado y Doctorado ya que, según sus palabras, “el posgrado es lo que marca la diferencia entre las buenas y las no tan buenas universidades”.

En este punto, Balluerka ha demostrado ser autocrítica ya que como vicerrectora de Estudios de Posgrado y Relaciones Internacionales ha asumido carencias en el ámbito de la formación continua y el doctorado. La nueva rectora quiere potenciar doctorados internacionales con experiencia en el extranjero obligatoria y doctorados en colaboración con el tejido socioeconómico.

Se ha comprometido a garantizar la docencia en euskera, al menos, en todas las asignaturas troncales en una UPV/EHU cada vez más plurilingüe. Una de las grandes herencias que Balluerka deberá desarrollar de forma inmediata será la reorganización de los departamentos, como consecuencia del proceso de fusión de las escuelas y facultades para elevar la visibilidad internacional de la universidad pública y concentrar su potencial investigador. Por delante quedan cuatro años y una universidad con mucho en qué mejorar.