donostia - Siendo doctor en pedagogía, máster en psicología y profesor de educación física, Luis Mari Zulaika es una voz autorizada para analizar el deporte escolar vasco.

¿Se han hecho bien las cosas en 25 años de deporte escolar?

-El deporte escolar ya había empezado mucho tiempo atrás, lo que pasa es que hace 25 años se aprobó la ley que marca el modo de organización que tenemos actualmente. Según a quién le preguntes, te dará unas respuestas muy diversas. Aunque es una ley única para la CAV, cada territorio histórico debe desarrollar cada año por medio de decretos cómo organiza la aplicación de esa ley. En cada uno de los territorios históricos se desarrolla de un modo muy diverso. Sobre el papel, la ley tiene como objetivo inculcar hábitos deportivos sanos para el tiempo de ocio del día de mañana. Si asistimos a un colegio un sábado a la mañana, la realidad está muy lejos de lo que supuestamente sobre el papel dice la ley.

¿Cuáles son las grandes lagunas del deporte escolar hoy en día?

-Es necesario afinar cuál debe ser el objetivo del deporte escolar. Tendríamos que tener claro que, como dice la ley, el objetivo no debería ser vencer a plazo corto o imitar los ídolos del alto rendimiento. Deberíamos tener claro que son objetivos educativos, ir aprendiendo, disfrutar, hacer un hábito para seguir practicando deporte y luego, si tiene una base sólida y ha trabajado las motricidades, podrá llegar a un nivel de competencia elevado y seguir con unos hábitos de práctica física deportiva elevada. Además, estaría la cualificación de los monitores que trabajan con jóvenes de esas edades, la implicación de Educación y de los colegios?

¿Dónde queda la competición?

-La competición es buena para trabajar de modo adecuado y les ayuda a motivarse de cara a los entrenamientos duros, a sufrir, sacrificarse y demás. Pero no hay que darle la importancia que muchas veces se le da en la actualidad. En estas edades hay que trabajar a plazo largo, no a plazo inmediato, y son importantes dos características. Una, que lo pasen bien, porque eso ayudará a que luego quieran continuar practicando. Y otra, que aprendan. Eso será a plazo largo lo que conseguirá que tengan un rendimiento elevado en categoría senior. En estas edades gana el que tiene un desarrollo precoz anatómicamente, el que va muy encaminado al resultado del momento y eso es pan para hoy y hambre para mañana.

¿Multideporte o especialización?

-Es bueno adquirir cualidades multideportivas en las fases iniciales y, si trabaja bien y desarrolla las capacidades motrices básicas de modo genérico durante años, luego posteriormente tendrá facilidad para adaptarse a cualquier actividad. En los Juegos de Barcelona se hizo un estudio entre los medallistas estatales y la mayoría habían hecho multideporte. Igual de pequeño había hecho natación y luego fue medallista en hockey hierba. Ahora hay un monopolio de pocas modalidades que están tapando al resto. Sería una noticia triste.

¿Están debidamente formados los monitores del deporte escolar?

-Hasta ahora ha estado en manos de aficionados y voluntariado. Hay que tener presente que en estos momentos, a nivel de formación académica, tenemos facultades potentes, ciclos formativos de ciclo medio y superior, Kirolene? Cada vez tenemos más titulados formados en el mercado. Es cuestión de saber optimizar esos recursos y aprovecharlos. Muchos no los utilizamos debidamente.

¿Qué problemas generan los monitores no titulados?

-Uno que ha sido deportista puede transmitir el aspecto técnico, pero otro tipo de ámbitos de formación seguro que, si no lo ha trabajado, no va a tener claro qué hay que enseñar o cómo hay que tratar a un crío. En ocasiones hay críos que no quieren saber nada del deporte porque han caído en manos de una persona que no tenía claras estas ideas.

¿Es sostenible económicamente para colegios y clubes tener estructuras con monitores titulados?

-Ese es el gran inconveniente que vemos en este momento. Hasta ahora no hemos tenido cultura de que nuestro niño o niña vaya a deporte escolar porque es un ámbito formativo importante para él. Sí que hemos asumido que para ir a inglés tiene que pagar, pero para hacer deporte escolar nos parece que, como hasta ahora ha sido gratis, ahora debe seguir siendo así. Debemos hacer una campaña de mentalización de que eso es formativo y que requiere una inversión tanto de cada usuario como de la Administración, porque invertir ahí es invertir en el futuro.

Usted ve una buena alternativa en el montañismo.

-He hecho un estudio de medidas para fomentar el montañismo entre los escolares en Gipuzkoa. Hay modalidades que tienen más fácil inculcar esos valores que decíamos antes. En el montañismo no hay tanta competitividad, es más inclusivo, puede participar cualquiera, el que no es hábil con el balón no es relegado ni arrinconado por el resto? Además está la relación con la naturaleza. No quisiera hacer jerarquías entre los deportes, pero es cierto que el montañismo es una actividad que durante todo el ciclo vital se puede practicar y tiene una serie de ventajas considerables.

¿Hacia qué debe evolucionar el deporte escolar en el futuro?

-Debería reconducirse de cara a ese papel formativo en edades de iniciación. La visión del deporte que tienen los críos está distorsionada por unos ídolos que magnifican los medios de comunicación y unos valores que, la verdad, no son muy loables.