DONOSTIA. Este festival, que combina concurso y mercado, se ha inaugurado hoy con una cata, por parte de las autoridades, de un queso de Artzai Gazta, la asociación sin ánimo de lucro que ha organizado el evento tras suscribir en septiembre un acuerdo con los responsables del World Cheese Awards.
No ha habido discursos institucionales, pero sí un recorrido por los distintos espacios del Kursaal donostiarra, donde desde primera hora un jurado internacional probaba ya los 3.061 quesos de 35 países de los cinco continentes que aspiran a obtener algún galardón.
Un total de 260 especialistas se han repartido en 66 mesas para valorar cada queso en función de su apariencia, sabor y textura, y decidir a cuáles otorgan medallas de oro, plata y bronce, además del prestigioso World Cheese Award al mejor queso del mundo.
Cada uno prueba un total de 45 quesos y se ayudan de manzana, agua y pan tostado para hacerla transición de unos a otros y no confundir sabores, ha explicado Cruz Lozano, técnica de Fomento y Promoción del Gobierno canario.
"El primer queso es el más difícil de valorar porque marca el 'estándar' para el resto", ha señalado.
Canarias, precisamente, se convirtió en 2009 en la primera sede del festival fuera de las Islas Británicas, donde nació y se ha celebrado el concurso desde 1988 -casi siempre en Birmingham-.
Fue una oportunidad para promocionar los quesos del archipiélago y una labor en la que siguen embarcados desde entonces, ha añadido.
Así lo han entendido también otros productores españoles que, independientemente del concurso, exhiben sus quesos en el "Gazta Market" instalado en las salas polivalentes del Kursaal, donde se presentan quesos manchegos, catalanes, asturianos, cántabros, valencianos, extremeños, madrileños, murcianos, castellano-leoneses, vascos y navarros.
"Es una ventana al mundo", ha asegurado Paqui Cruz, maestra quesera y responsable de Dehesa de los Llanos, la empresa que logró el World Cheese Award en 2012, la única española que lo ha ganado junto a la Sociedad Canaria de Fomento, que lo obtuvo en 2008 con un queso curado de cabra cubierto de pimentón de Arico (Tenerife).
Cruz ha afirmado que este concurso tiene "mucha repercusión" y para ellos supuso "un poco de caos" porque comenzaron a llegar pedidos de su queso manchego artesano de países donde no exportaban.
Chile, Suiza, Canadá, Emiratos Árabes y China se encuentran ahora entre sus clientes, ha puesto Cruz como ejemplo.
Uno de los quesos más famosos del mundo, el parmesano, ha llegado de la mano de una "representación nacional" de sus productores, que compiten con un centenar de piezas de diferentes zonas -llanura y montaña- y diferentes tipos de vacas, ha indicado Luciana Pedroni, que hoy preparaba los primeros cortes antes de la apertura al público del Kursaal.
También son conscientes de la relevancia del evento los productores vascos de la denominación Idiazabal, como el Antzina que se elabora en Abornikano (Araba), que concursa por primera vez, pero para quienes tiene mayor importancia que una asociación "pequeñita" como Artzai Gazta, a la que pertenecen 116 productores de Euskadi y Navarra, haya conseguido organizar este festival.
"Es un orgullo", ha recalcado una de sus responsables.