VITORIA - Cada caso de agresión sexual, cada ataque a una mujer hiere a toda la sociedad vasca, genera alarma y moviliza a las instituciones que luchan contra la violencia de género. En las últimas semanas ha habido agresiones en Zorrotzaurre, Bolueta, Durango, Iurreta, Bermeo, Rekalde... que se suman a otras decenas de ataques en otras muchas localidades y hacen pensar que hay demasiados casos. Sin embargo, las estadísticas oficiales señalan que los delitos contra la libertad sexual han disminuido más de un 5% en Euskadi. Entre enero y septiembre de este año la Ertzaintza ha contabilizado 61.068 infracciones penales -un 3% menos que hace un año-, de las que 260 fueron delitos contra la libertad sexual y entre ellos hubo 88 casos de agresión sexual.

Según los datos facilitados ayer por el Departamento de Seguridad, las infracciones contra la libertad sexual han disminuido un 5,11% en los nueve primeros meses de 2016 y con respecto al mismo periodo del año pasado. La reducción se ha registrado especialmente en las infracciones más graves, aquellas en las que media el uso de violencia, tipificadas como agresiones sexuales, que han bajado un 12,87%.

En concreto, entre enero y septiembre de este año en Euskadi se han producido 88 agresiones sexuales, frente a las 101 de 2015, y también ha habido otras 172 infracciones contra la libertad sexual, que son una menos que hace un año. La evolución territorial de los casos de agresión sexual ha sido dispar, ya que mientras en Bizkaia hay un descenso del 20% -52 casos en 2016 y 65 en 2015- y en Araba la bajada es del 11,11% -8 casos en lo que va de año y 9 en 2015-, en Gipuzkoa se registra un aumento del 3,7% al pasar de 27 agresiones en 2015 a 28 este año.

El año pasado y con respecto a 2014, los delitos contra la libertad sexual aumentaron ligeramente -un 1,64%-, aunque los más graves (agresiones sexuales) disminuyeron un 7,28%, mientras que las “otras infracciones” crecieron un 7,91%.

Menos delincuencia El balance de infracciones penales conocidas por la Ertzaintza en los nueve primeros meses de este año, divulgado ayer por el Departamento de Seguridad, evidencia que la delincuencia en Euskadi ha disminuido un 3,08% con respecto al mismo período de 2015. Un descenso que consolida la tendencia de los últimos seis años. Hasta el pasado 30 de septiembre, la Ertzaintza ha investigado un total de 61.068 infracciones penales, casi dos mil menos que el año anterior, situando la tasa de infracciones por cada 1.000 habitantes en este momento en 27,89, frente a las 28,78 del pasado año. La evolución es aún más favorable -destaca el Departamento de Seguridad- si se tiene en cuenta que, pese a disminuir las infracciones, las inculpaciones de presuntos delincuentes han aumentado en 2.500 (+14,6%).

Por tipo de infracción, los únicos delitos que han aumentado este año son los que atentan contra el patrimonio y el orden socioeconómico. Así la sustracción de vehículos a motor sube un 14%, las estafas un 10% y los robos con violencia o intimidación un 7,28%.

Por el contrario y en lo que se refiere a los delitos más graves, los homicidios consumados, en estos primeros nueves meses ha habido seis, frente a los diez del año pasado. Además, los seis casos han sido esclarecidos y sus autores puestos a disposición judicial por la Ertzaintza.

En el apartado de lesiones, que en su conjunto han aumentado un 0,15%, destaca la reducción de los malos tratos en el ámbito familiar -con un descenso del 7,78%- y los malos tratos habituales en el ámbito familiar -bajan un 3,95%-. También se han reducido un 4,25% las infracciones relacionadas con la tortura y la integridad.

El resto de las infracciones penales descienden en su conjunto. Las tipificadas contra la seguridad colectiva bajan un 2,69% y, dentro de ellas, el tráfico de drogas se reduce un 5,11%, los hechos contra el orden público un 30,49% y las agrupadas como otras infracciones penales un 27,77%.

El descenso generalizado de la delincuencia no se ha traducido, sin embargo, en una disminución del número de personas puestas a disposición judicial por la Ertzaintza por su presunta implicación en las infracciones. Al contrario, frente a las 17.055 inculpaciones del pasado año en 2016 se han registrado 19.555, lo que supone 2.500 inculpaciones más -un 14,6% más-.

Si se analiza la distribución de los delitos por territorios históricos se observa que el descenso ha sido general, pero más acusado en Araba -ha bajado un 5,04%- y en Gipuzkoa -5,63%-, que en Bizkaia, donde la delincuencia bajó un 1,37%.

El descenso generalizado de las cifras delictivas durante el presente año “consolida una tendencia asentada de casi seis años a la baja” que, además, se acentúa en aquellas facetas delincuenciales consideradas “estratégicas” por la Unión Europea, como los homicidios, los robos en viviendas o el tráfico de drogas, según indicó el Departamento de Seguridad. Este descenso, interrelacionado a su vez con el incremento progresivo de las inculpaciones de presuntos delincuentes, ofrece “un panorama optimista de la seguridad pública en Euskadi” y es “una buena muestra de la profesionalidad y capacidad de los agentes de la Ertzaintza y de su implicación en el servicio a la ciudadanía”.

Tasa. Entre enero y septiembre la Ertzaintza ha investigado un total de 61.068 infracciones penales, casi dos mil menos que el año anterior, quedando la tasa de infracciones por cada 1.000 habitantes en 27,89, frente a las 28,78 del pasado año.

Inculpaciones. La Ertzaintza ha puesto a disposición judicial por su presunta implicación en infracciones penales a 19.555 personas, lo que supone 2.500 inculpaciones más (+14,60%) que hace un año.

Ciudades. Los grandes núcleos urbanos de la CAV también han registrado un descenso de la delincuencia: Gasteiz un 6,96%, Donostia un 6,55%, Barakaldo un 5,31%, Getxo un 14,56% e Irun un 2,97%, mientras que Bilbao es el único municipio en el que el porcentaje ha subido (+3,60%) a causa de los hurtos.

El Departamento de Seguridad destacó ayer que el descenso generalizado de las cifras delictivas en lo que llevamos de año se acentúa en aquellas facetas delincuenciales consideradas “estratégicas” por la Unión Europea, como los homicidios, robos en viviendas y tráfico de drogas.