CIUDAD DEL VATICANO. El papa Francisco aseguró hoy que levantar muros o cerrar las fronteras sólo favorece el tráfico de personas en un nuevo llamamiento para recordar el deber de todos de acoger a los inmigrantes, durante la audiencia general celebrada en la plaza de San Pedro.

Francisco dedicó la catequesis de la audiencia general a una de las obras de misericordia que el papa ha invitado a realizar durante el Jubileo: acoger al peregrino, al extranjero.

Afirmó que "la historia de la humanidad es una historia de migraciones, y que no existe un pueblo que no haya conocido este fenómeno", y puso también el ejemplo de Abraham, Moisés e incluso "Jesús, María y José, que tuvieron que emigrar ante la amenaza de Herodes".

Denunció que "la falta de memoria histórica hace pensar que está ocurriendo sólo en estos años".

"El compromiso de los cristianos es urgente. Todos tenemos el deber de acoger al hermano que huye de la guerra, el hambre o la violencia y estamos llamados a salir al encuentro del que sufre para llevarle el abrazo y la misericordia de Dios", instó.

Para Francisco el contexto de la crisis económica está favoreciendo "comportamientos de cierre y no acogida" y recordó que "en varias partes del mundo surgen muros y barreras".

Agregó que "puede que levantar muros haga más ruido que la callada acción de quienes ayudan y asisten a los emigrantes y refugiados, pero cerrarse no es la solución, sólo favorece los tráficos criminales".

"La única respuesta es la de la solidaridad", destacó.

En el saludo en español, Francisco pidió para que "el Señor dé la gracia de abrirnos al hermano, acogerlo, para poder restituirle la dignidad que, en muchos casos, ha perdido por los abusos, el egoísmo, la criminalidad, así nuestra vida será fecunda y nuestras sociedades recuperarán la paz".