Gasteiz - Un estudio encargado por Emakunde ha constatado que algo más de 120.000 mujeres en Euskadi se encuentran en situación de exclusión social con graves problemas para residir en viviendas habitables, aunque son más los hombres que viven en las calles o duermen en albergues. También se estima que un total de 426 mujeres carecen de vivienda en Euskadi y 41 se encuentran sin alojamiento de ningún tipo.

La directora de Emakunde, Izaskun Landaida, y el director del Centro de Documentación y Estudios (SiiS), Joseba Zalakain, presentaron ayer el estudio La exclusión grave en la Comunidad Autónoma Vasca desde una perspectiva de género, una de cuyas conclusiones es que, a pesar de que las situaciones más extremas de la exclusión residencial afectan mayoritariamente a los hombres, se ha tendido a minimizar o subestimar la situación de las mujeres con estos problemas.

Son 402 hombres los que no tienen ningún alojamiento, los conocidos como “sin techo”, mientras que el estudio solo ha detectado a 41 mujeres en esta situación porque optan en su mayoría por dormir en casas de familiares o amistades, por mantener relaciones de pareja “insatisfactorias” o por intercambiar compañía o cuidados por residir en una vivienda.

Zalakain explicó que también son mayoría los hombres (1.044) que viven en alojamientos temporales, en albergues o en otros recursos sociales, frente a 426 mujeres. Pero la proporción de mujeres con problemas de alojamiento se incrementa entre las personas que residen en “viviendas inseguras”, es decir, bajo la amenaza de desahucios, en situación de arrendamientos precarios o en recursos sociales destinados a víctimas de violencia de género. Son 34.439 frente a 23.072 hombres.

Y la proporción entre sexos es similar en los casos de personas que residen en viviendas inadecuadas como chabolas y alojamientos muy precarios. En estos casos se encuentran 89.587 hombres y 85.128 mujeres. En total, casi un 10% de la población vasca, unas 234.000 personas, están afectadas por lo que el estudio denomina “sinhogarismo y exclusión residencial grave”.

El informe alerta sobre la “invisibilidad” de las mujeres sin hogar, que optan en su mayoría por alternativas a la calle o al albergue. El impulsor del estudio explicó que la presencia menor de las mujeres en las calles se debe, por ejemplo, a que sufren más agresiones físicas o sexuales.

La directora de Emakunde señaló que el estudio demuestra “claramente” la importancia de investigar siempre teniendo en cuenta la perspectiva de género y constó que este informe concluye que la exclusión social, aunque menos visible, afecta en mayor medida a las mujeres. A su juicio, los servicios sociales deben enfrentarse al reto de adaptarse a todas las realidades, también las menos visibles. - Efe

Exclusión. Emakunde presentó ayer en Gasteiz las conclusiones del estudio ‘La exclusión grave en la CAPV desde una perspectiva de género’, realizado por el Centro de Estudios y Documentación SiiS. Según el informe, las diferentes situaciones de exclusión residencial analizadas -vivienda insegura o inadecuada- afectan a 119.567 mujeres.

Datos. El estudio contabiliza algo más de 230.000 personas en diferentes situaciones de exclusión social en la Comunidad Autónoma Vasca, de las cuales el 0,2% corresponden a situaciones de sin techo (470), el 0,6% a situaciones de personas sin vivienda (1.470) y el 24,6% (57.511) y el 74,6% (174.715) a situaciones de vivienda insegura y vivienda inadecuada, respectivamente.