Miami - Al menos diez personas han muerto debido a las inundaciones en Carolina del Norte provocadas por el paso del huracán Matthew, que ha dejado una veintena de muertes desde su llegada el jueves pasado a la costa sureste de Estados Unidos. El gobernador de Carolina del Norte, Pat McCrory, informó ayer de que diez personas murieron en ese estado y que por lo menos otras cinco permanecen desaparecidas y 1.500 están aisladas a causa de las inundaciones.
McCrory precisó que una de las víctimas fue arrastrada con su vehículo por las aguas en el condado de Johnson y que centenares esperan ser rescatadas en el condado de Lumberton, algunas de ellas en los tejados de sus casas. El gobernador aseguró que la prioridad es evacuar a estas personas y pidió precaución a los residentes a la hora de transitar por zonas inundadas en sus vehículos, al recordarles que aún hay varias vías y autopistas cerradas debido a las inundaciones provocadas por Matthew.
El gobernador McCrory señaló además que la Administración Federal de Aviación ha ordenado restricciones de vuelo sobre la zona inundada para permitir a los helicópteros el rescate de personas. El gobernador además alertó de la posibilidad de nuevas inundaciones debido a la creciente de varios ríos alimentados por la marejada ciclónica ocasionada por el huracán. Señaló que esta situación incrementaría los cortes de energía, que mantienen a por lo menos 500.000 clientes sin el servicio eléctrico.
Matthew ha causado centenares de muertes, principalmente en la empobrecida Haití, torrenciales aguaceros, fuertes vientos e inundaciones y marejadas ciclónicas a su paso por el Caribe y la costa sureste de Estados Unidos. Ya convertido en ciclón postropical, Matthew siguió barriendo con fuerza este domingo las costas de Carolina del Norte, tras haber recorrido las de Florida, Georgia y Carolina del Sur, donde dejó al menos una decena de muertos.
Por su parte, el gobernador de Florida, Rick Scott, activó ayer un programa oficial de préstamos de emergencia para ayudas a los pequeños empresarios damnificados por el paso de Matthew. “Pese a que los floridanos hicieron todo lo posible para prepararse para el huracán, se trató de una tormenta masiva y devastadora que causó graves daños en todo el estado”, aseguró Scott en un comunicado de prensa.
Por su parte, la tormenta tropical Nicole recobró ayer fuerza al subir sus vientos máximos sostenidos a 100 km/hora y “se espera que se convierta de nuevo en huracán esta noche”, informó ayer el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de EEUU. Nicole, la decimocuarta tormenta tropical de la temporada ciclónica en el Atlántico, se desplaza lentamente hacia el norte a una velocidad de traslación de 11 km/hora.
El que fue sexto huracán de la actual temporada de huracanes se encuentra a 810 kilómetros al sur de las Bermudas, según indicó el CNH en su boletín más reciente. Los científicos del NHC, con sede en Miami, vaticinan un “gradual fortalecimiento” de Nicole hasta hoy martes, por lo que el sistema “podría convertirse de nuevo en huracán este mismo martes”. - Efe