Un proyecto europeo pionero en el campo de la ingeniería informática, en el que participa la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), persigue construir un supercomputador escalable de máxima eficiencia en el que podrán trabajar al mismo tiempo más de seis millones de procesadores. Esa capacidad de cálculo trasladada a la vida real, sería como si más de seis millones de individuos “resolvieran en minutos un problema para el que normalmente una persona necesitaría más de 10 años”, asegura el investigador del Grupo de Arquitecturas Paralelas de la UPV, Julio Sahuquillo.

La próxima generación de superordenadores (Exaescala) deberá ser capaz de completar un trillón de cálculos científicos con números reales por segundo, una capacidad que permitirá llevar a cabo simulaciones y resolver problemas a una velocidad hasta ahora desconocida e incluso solucionar algunos que ni se planteaban porque la potencia de cálculo no permitía resolverlos.

Sin embargo, aún existen muchas limitaciones técnicas para que los supercomputadores puedan llegar a la categoría Exaescala, y entre los principales obstáculos, están el consumo energético, los requerimientos de interconexión, el alto nivel de refrigeración y la necesidad de un almacenamiento permanente distribuido.

Según el investigador Salvador Petit, “una de las novedades del supercomputador de ExaNeSt será la utilización de refrigeración líquida que permitirá disipar mayor cantidad de calor que la refrigeración por aire, lo que a su vez favorece una mayor concentración de procesadores y aumenta la densidad de cómputo”.

Asimismo, el almacenamiento, “en lugar de ser centralizado, se distribuirá entre los nodos a fin de minimizar las necesidades de comunicación entre ellos”. “Y en la red de interconexión, dentro del conmutador, introduciremos tecnología óptica, lo que permitirá reducir el número de cables requeridos para interconectar los procesadores en un factor superior a 100”, agrega Petit, que destaca que además los cables ópticos “son más finos, más ligeros y con menor consumo energético que los eléctricos”.

Cambio climático En el proyecto también participa el Centro de Tecnología Nanofotónica de la UPV, liderado por el investigador Javier Martí. En ExaNest no sólo se implementará un prototipo de supercomputador sino que se adaptarán aplicaciones científicas para su ejecución. El prototipo permitirá procesar y gestionar volúmenes de datos sin precedentes, lo que facilitará la investigación en áreas cono la lucha contra el cambio climático al llevar a cabo simulaciones meteorológicas de gran precisión y alcance en muy poco tiempo o estudios de predicción del movimiento de las mareas. Otro campo de impacto es la investigación sanitaria. “Será una herramienta de gran ayuda para hacer simulaciones neuronales y predecir, en la etapa de diseño, el comportamiento de nuevos fármacos, aplicaciones que requieren gran cantidad de cómputo, por lo que reducir este tiempo es crítico”, según Sahuquillo.

También Estados Unidos trabaja en el campo de las supercomputadoras, intentando desafiar al futuro y trabaja en una computadora capaz de hacer un trillón de cálculos por segundo. Ese es el ordenador que quiere construir Estados Unidos antes de 2025. -Efe