Bilbao - El verano es época de marmitako y casi nadie se resiste ante una buena rodaja de bonito a la plancha o una ventresca en aceite acompañada de cebolleta. Además de un placer para el paladar, este pescado azul contiene grasa rica en ácidos Omega 3 que ayuda a reducir el colesterol malo y tiene un contenido alto en vitaminas A, B12, D y ácido fólico. En el ecuador de la campaña que se inició en mayo, las expectativas de los arrantzales se están cumpliendo, al menos entre la flota que trabaja al estilo más tradicional sacando uno a uno los bonitos de la mar con caña y mucho oficio. El presidente de la Cofradía de Pescadores de Bizkaia, Iñaki Zabaleta, aseguró ayer que para los barcos que pescan con cebo vivo, la temporada está siendo “muy buena”, pero que la flota que trabaja a cacea -sistema basado en el arrastre del aparejo- ha “empezado mal y floja”. Subrayó que estos barcos “han empezado mal” y que “ahora están haciendo algo en el Cantábrico, pero en todo el Atlántico no han encontrado nada de pescado”. Por este motivo toda la flota -de cebo vivo y a cacea- ha centrado su trabajo en el Cantábrico.

En Euskadi la mayoría de las embarcaciones son de cebo vivo, aunque también “hay flota importante de cacea”. Pero en general, en el Cantábrico hay más barcos de cacea que de cebo vivo, dado que la pesca con caña únicamente se sigue utilizando en Euskadi y Cantabria.

El representante de la Cofradía vizcaina recordó que la campaña de bonito, que concluye a finales de octubre, comenzó con la flota de cacea, a finales de mayo, mientras que la de la anchoa comenzó en marzo. Respecto a la campaña de la otra especie estrella que debe aparecer en cualquier menú que se precie, Zabaleta manifestó que en el segundo semestre del año “ha aparecido un poco de anchoa por Galicia y algo por Asturias”, pero que existe poca flota faenando.