Bilbao - La llegada del verano y la mejoría del mercado de trabajo han traído una reducción en el número de personas que requiere y recibe ayudas sociales. En julio y en el conjunto de la Comunidad Autónoma Vasca, hubo 310 perceptores de la Renta de Garantía de Ingresos (RGI) menos que en junio, que fue el primer mes de 2016 en el que se registró un descenso de beneficiarios. Según los datos de Lanbide, en julio un total de 65.181 residentes en el País Vasco cobraron una RGI, de ellos 18.011 tienen nacionalidad extranjera y 16.016 son pensionistas.

La bajada en la cifra de perceptores de RGI está indisolublemente ligada al aumento de los contratos y al descenso del desempleo, sin embargo no hay un paralelismo entre la evolución de las variables laborales y las de necesidad de ayudas sociales, ya que mientras el desempleo bajó en 2.961 personas en julio respecto al mes anterior, el recorte en los titulares de RGI fue únicamente de una novena parte de ese número. Esta distancia en las cifras puede tener relación con la corta duración de muchos contratos y la extensión del trabajo a tiempo parcial, circunstancias que hacen que muchos beneficiarios de una ayuda social prescindan de ella durante un corto periodo de tiempo, pero luego vuelvan a recibirla porque se quedan sin trabajo y no han cotizado el tiempo suficiente para cobrar el paro. De la misma manera, personas con empleos a tiempo parcial reciben la prestación compatible con trabajos mal remunerados y siguen figurando en las estadísticas de Lanbide a pesar de estar ocupados. El colectivo de trabajadores con ingresos insuficientes complementados con una RGI, que no ha parado de crecer desde enero, se redujo en 177 personas en julio, de tal forma que ahora hay 12.582 personas que perciben una Renta Complementaria de Ingresos de Trabajo que se suma a sus percepciones laborales.

más que en enero La cifra de julio de beneficiarios de una RGI aún supera en 506 personas la nómina de esta ayuda social a comienzos de año -en enero había 64.675 perceptores-, pero está lejos del máximo histórico de 66.373 personas con RGI alcanzado en mayo del año pasado y también es casi un 1% inferior al total de beneficiarios que había hace doce meses -en julio de 2015 había 643 personas más cobrando una RGI-. La evolución de perceptores de la Renta de Garantía de Ingresos en lo que llevamos de año muestra una trayectoria muy similar a la registrada en 2015: un crecimiento paulatino de beneficiarios durante los primeros meses, un cambio de tendencia en verano y un descenso constante hasta casi final de año. En 2016, ha habido incrementos de perceptores entre enero y mayo, en junio se registró el primer descenso -de 166 beneficiarios- y los datos correspondientes a julio han confirmado esa senda de reducción en los demandantes de ayudas.

Durante estos dos meses de bajada, el número de perceptores de la RGI se ha recortado en 476 personas respecto a mayo, un mes que acumulaba casi mil beneficiarios más que a comienzos de año. Una diferencia respecto a la evolución de la RGI del año pasado consiste en que en 2015 la primera reducción llegó después de 8 meses seguidos de crecimiento en el número de titulares de una renta de garantía, mientras que ahora la fase de incrementos ha sido solo de cuatro meses, ya que en enero de 2016 hubo un descenso de 51 personas respecto a diciembre.

Este mes de julio y con respecto al pasado junio, en el que se abonaron 65.491 rentas, el descenso de perceptores ha sido más acusado en el grupo de hombres -203 menos que en junio- que en el de mujeres -107 menos-, que siguen siendo mayoría en el total de titulares de una RGI: 36.695 mujeres frente a 28.484 hombres. El grupo de extranjeros que cobran las prestación ha bajado en 31 personas -de 18.042 a 18.011- y el de pensionistas se ha reducido en 18 -de 16.034 a 16.016-. También se abonaron 18 complementos por familia monoparental menos que en junio -de 9.927 a 9.909- y 101 menos de vivienda -de 30.065 titulares de PCV en junio se ha pasado a 29.964 en julio-.

Territorios En cuanto a la evolución por territorios, al acabar el mes de julio en Araba había 10.011 personas cobrando la RGI, que son 35 menos que un mes antes; en Bizkaia se contabilizaban 39.810 -184 menos que en junio-, y en Gipuzkoa, 15.360 -91 menos-. Comparando las cifras actuales con las que había a comienzos de año se aprecia que únicamente en Bizkaia hay ahora menos personas percibiendo la ayuda -95 menos- que en enero, mientras que Araba tiene 383 perceptores más y Gipuzkoa, 218.

Aunque la reducción de perceptores de RGI registrada estos dos últimos meses ha sido relativamente importante, no ha sido suficiente para absorber los incrementos acumulados en los cuatro meses anteriores y aún hay 506 personas más que en enero y 455 más que en diciembre de 2015 que reciben esta ayuda. A pesar de que en la segunda mitad del año pasado se consiguió reducir ligeramente la cifra de perceptores y se logró acabar con menos beneficiarios de los que había en enero, el volumen de personas que requieren esta ayuda social para cubrir sus necesidades básicas no ha dejado de crecer desde el comienzo de la crisis económica. La cifra media de personas que cobraban una RGI mensualmente fue de 58.032 en el año 2012 y de 60.376 en 2013; pasó a 64.931 un año más tarde y alcanzó las 66.191 a lo largo de 2015, mientras que en 2008 había unos 39.000 perceptores. En mayo de 2014 se superó por primera vez la cifra de 65.000 beneficiarios, un volumen de personas que se fue incrementando hasta que en febrero de 2015 se pasó la barrera de los 66.000 y en meses sucesivos se marcaron nuevos máximos. Entre septiembre del año pasado y enero de este, el número de beneficiarios se ha mantenido por debajo de los 65.000, pero el pasado mes de febrero se volvió a rebasar esa cifra.

En el último semestre de 2015, cuando el número de beneficiarios empezó a bajar tras meses de máximos, las instituciones vascas achacaron esa mejoría a la recuperación de la economía, lo que está permitiendo a cientos de perceptores incorporarse al mercado laboral aunque sea con trabajos precarios. “La mejora económica puede traducirse en menores niveles de solicitudes de RGI”, pronosticó entonces el consejero de Empleo y Políticas Sociales, Ángel Toña.