Bilbao - La directora de Emakunde, Izaskun Landaida, insistió ayer en que la violencia contra las mujeres es “un problema estructural”, en cuyo origen se halla “la falta de igualdad”, y advirtió de que no existen “soluciones mágicas” para atajarlo, sino que es preciso “trabajar desde todos los ámbitos” y con la implicación de “todas las personas”.
En declaraciones a Radio Euskadi, Landaida explicó que durante el primer semestre del año han disminuido en Euskadi las denuncias de violencia machista respecto de 2015. “La violencia en el marco de pareja o expareja ha aumentado en el territorio de Alava, pero en términos generales ha disminuido. Y todos los demás casos que se recogen (la violencia contra la mujer dentro del ámbito familiar y los delitos contra la libertad sexual) han disminuido”, dijo. No obstante, remarcó que no todas las agresiones se denuncian.
En cualquier caso, subrayó que es necesario seguir trabajando para conseguir “una sociedad libre” de esta lacra. Las instituciones deberían trabajar para que se genere un “clima de confianza” para que las víctimas “se atrevan a dar el paso” de denunciar. Además, indicó que es clave una formación de los profesionales que atienden a las mujeres en los distintos ámbitos, que tenga “en el centro” el empoderamiento de la mujer. De este modo, señaló en esa tarea las instituciones tienen “una responsabilidad”, pero “es fundamental la implicación de toda la ciudadanía y de todos los ámbitos”, como instituciones y partidos. - E.Press