baiona - Las fiestas de Baiona han sido, un año más, escenario de un caso grave de violencia machista, ya que una mujer denunció haber sido víctima de una violación cuando regresaba a su domicilio después de disfrutar del programa festivo de esa localidad. Un ataque que se produjo mientras la ciudad estaba en el nivel máximo de alerta de seguridad en prevención de atentados terroristas.
Según la información facilitada ayer por el fiscal de la capital labortana, Simon Vuelta, los hechos denunciados tuvieron lugar el pasado viernes por la mañana, cuando la mujer se disponía a regresar en motocicleta a su casa de Bidarte desde Baiona, donde había estado participando de las fiestas. Esta agresión sexual, que no ha sido la única denunciada en estos días en Baiona, ya que al menos otro hombre fue detenido por golpear a su expareja, tuvo lugar a pesar de las intensas medidas de seguridad vigentes para evitar atentados terroristas, y de la campaña específica contra la violencia machista que desde hace años se pone en marcha durante las fiestas.
En el caso de Baiona, como en Iruñea y alguna otra localidad, la concentración de personas atraídas por el programa festivo, el consumo de alcohol, la desinhibición de los grandes grupos y la sensación de impunidad que da la multitud se conjugan para convertir las fiestas locales en zona de riesgo para las mujeres. A pesar de los esfuerzos de las autoridades y de grupos feministas, desde hace años el balance de las fiestas de Baiona incluye uno o varios casos de agresiones sexuales. La repetición de estas conductas llevó hace casi una década a la puesta en marcha de una campaña contra las agresiones sexuales que se activa cada año.
Esta año las fiestas de Baiona, que finalizaron el pasado domingo, se han visto ligeramente alteradas por el aumento de medidas de seguridad ante la amenaza yihadista en Francia y otros países europeos, intensificadas tras el atentado con camión en Niza y el asesinato del sacerdote Jacques Hamel en Normandía. Sin embargo, ni la mayor presencia policial y militar, las revisiones de bolsas y paquetes, las zonas valladas y la vigilancia de las zonas de la ciudad con más afluencia de gente han sido suficientes para disuadir a los agresores sexuales de actuar, ni para evitar que una mujer fuera violada.
El pasado fin de semana, en las fiestas de la localidad navarra de Tudela, se registró otro caso de agresión sexual que la Policía Foral sigue investigando. Los hechos se sucedieron durante la noche de la fiesta de DJ’s y se conocieron cuando la víctima, una joven vecina de Tudela de 26 años, denunció el episodio a la policía. Según relató la víctima, la agresión se cometió en un baño portátil al que, al acceder, no se percató de la entrada simultánea de un varón que presuntamente cometió abusos. Ante sus gritos dos desconocidos lograron sacar del baño al agresor, un hombre de entre 35 y 40 años al que ahora se intenta identificar.
Beldur Barik Gunea En Euskadi, diversas instituciones, organizaciones y el movimiento feminista llevan años organizando iniciativas y adoptando medidas para prevenir las agresiones sexistas en fiestas y fruto de este esfuerzo existe un “mayor grado de concienciación y sensibilización entre la ciudadanía”. Un ejemplo claro es el proyecto Beldur Barik Gunea, cuyo objetivo general es generar procesos locales a largo plazo, dirigidos a gente joven, para la identificación, prevención y articulación de respuestas individuales y colectivas frente a la violencia sexual en los contextos festivos y de ocio.
Este proyecto, pensado para la prevención de la violencia sexista entre jóvenes durante el ocio y las fiestas, se enmarca en el programa Beldur Barik, una iniciativa anual de prevención de la violencia sexista entre jóvenes que nació en 2009 en el marco de la Red Berdinsarea y que desde 2013 está impulsado por Emakunde y cuenta con el apoyo y la financiación de las diputaciones forales y de Eudel. La iniciativa cuenta también con la colaboración del departamento de Educación, Política Lingüística y Cultura del Gobierno vasco, la Universidad del País Vasco e EITB.
Hasta el momento, un total de 39 municipios vascos están desarrollando procesos Beldur Barik Gunea en sus entornos de ocio y festivos. A las tres capitales vascas se han sumado al proyecto Abadiño, Amurrio, Areatza, Arantzazu, Artea, Bedia, Igorre, Lemoa, Astigarraga, Barakaldo, Basauri, Eibar, Ermua, Elorrio, Gernika, Ondarroa, Oñati, Portugalete, Sestao, Ezkio-Itsaso, Legazpi, Ugao-Miraballes, Urretxu, Zumarraga, Ordizia, Basauri, Barrika, Berango, Gorliz, Lemoiz, Plentzia, Sopela, Urduliz, Bakio, Gatika y Zornotza. Además, otros municipios están en proceso de adhesión.
Según informó ayer Emakunde, los ayuntamientos adheridos, cada uno en su medida, promueven así procesos para la construcción de espacios libres de agresiones sexuales, espacios donde se promueva la vivencia de la sexualidad de una forma “libre, positiva y segura”. En algunos municipios se han creado espacios físicos a los que se puede acudir para a buscar o compartir los recursos y la información que se necesite.
El espacio estará claramente señalizado mediante logos y será de fácil acceso para la gente joven. Además, desde Beldur Barik Gunea se lanzarán mensajes “empoderantes y autoafirmativos” para las chicas y de “interpelación y cuestionamiento de las masculinidades” para los chicos, así como no homófobos. Y para ello se han diseñado distintos materiales para distribuir entre las y los jóvenes en fiestas, recomendaciones de música y cuñas para los espacios festivos, así como talleres de sensibilización.
El caso. Una mujer denunció haber sido víctima de una violación durante la celebración de las fiestas de Baiona. La mujer fue agredida cuando volvía a Bidarte en motocicleta la madrugada del viernes.
Precedentes. En 2013, una mujer de 41 años denunció que fue violada a las 4:00 horas, en la calle Mobek. Otra mujer presentó una segunda denuncia por una agresión sexual ocurrida al inicio de las fiestas. En 2014, dos mujeres denunciaron haber sido agredidas sexualmente en las fiestas. En 2015, se registraron varias denuncias de agresiones. Una de las mujeres se habría lanzado al río por miedo a ser atacada por un grupo de hombres
Campaña. Desde 2006, en las fiestas de Baiona, que son el principal evento festivo del sudoeste francés, se activa una campaña contra las agresiones sexuales, para evitar estos casos que se dan todos los años. Estas fiestas reúnen a más de un millón de personas.
Seguridad. Este año la fiesta ha estado marcada por las excepcionales medidas de seguridad alrededor del espacio festivo, con controles constantes y una intensa presencia del ejército y fuerzas policiales. Los actos más populares estuvieron vigilados por francotiradores.