GAsteiz - La universidad dual, como en Francia o Alemania, está llamando con fuerza a las puestas de Euskadi. Ya se han dado de forma discreta los primeros pasos para que el Sistema Universitario Vasco (SUV) incorpore la formación en alternancia, un modelo pedagógico que combina una solida formación en la universidad con una especialización en empresa, lo cual mejora la capacitación práctica de los titulados y su empleabilidad ya que las empresas formadoras en cierto modo moldean a la carta a sus futuras incorporaciones.
El presidente de la patronal vasca (Confebask), Roberto Larrañaga, ha desvelado que se ha llevado a cabo una primera ronda de contactos con la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), la Universidad de Deusto y Mondragon Univertsitatea para desarrollar un nuevo concepto de universidad dual en términos parecidos a lo que desde hace 30 años se lleva haciendo con la Formación Profesional. Una vez consumada dicha ronda “todos coincidimos en la necesidad de estrechar esa relación con la empresa y nos hemos emplazado a trabajar en esa dirección”, ha afirmado Larrañaga. Su implementación a medio plazo daría respuesta a una de las quejas constantes de la patronal vasca, la distancia que separa la universidad de la empresa.
Ayer el rector de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), Iñaki Goirizelaia, anunció públicamente lo que ya comentaba en privado, la necesidad de subirse a la estela de un modelo que está plenamente consolidado en países como Alemania, donde el 60% de los jóvenes reciben formación dual y cerca de 470.000 empresas ofrecen plazas a los estudiantes. Goirizelaia afirmó que una de las “acciones prioritarias” de la UPV/EHU para mejorar la empleabilidad de sus egresados y estrechar su relación con el sector productivo del país es “analizar la posibilidad de adaptar los actuales grados y posgrados a un formato de formación dual”. Y es su caso, añadió, “la apuesta por la generación de una nueva oferta formativa que siga el parámetro de la formación en alternancia”.
El rector realizó estas manifestaciones en la presentación de los resultados del Estudio sobre tendencias y empleabilidad e intervención universitaria 2016 que analiza la inserción laboral de los titulados de la UPV/EHU y la evolución del contexto socioeconómico hasta 2026. Según este estudio, en este escenario Euskadi deberá hacer frente al relevo generacional de 244.000 personas y se necesitarán crear 40.000 nuevos puestos de trabajo, tanto en el sector industrial (fabricación mecánica o energía), como en educación, sanidad y servicios sociales como consecuencia del importante envejecimiento de la población.
Este informe expone dos conclusiones básicas. Una conocida, que la tasa de empleo de las personas jóvenes con estudios superiores es “muy superior” a la del colectivo sin formación universitaria de la misma franja de edad (una diferencia de 15 puntos). Y otra menos conocida, que las prácticas son “una herramienta eficaz” para mejorar la empleabilidad. Y esta es, en definitiva, una de las claves de la “apuesta de la UPV/EHU por la formación en alternancia” ya que quienes han hecho prácticas acceden al empleo en un porcentaje del 3% superior respecto al colectivo que no lo ha hecho.
Asimismo, el estudio realizado por la UPV/EHU en base a 40.000 encuestas mantenidas por Lanbide desde 2009 a 2015 con titulados de las promociones entre 2006 y 2012 a tres años de la obtención de la titulación, apunta a que se empieza a ver una cierta recuperación, pero “sin caer en la autocomplacencia”, advirtió el rector ya que “aun estamos lejos de los datos previos a la crisis” que indicaban una tasa de desempleo del 5% para los y las tituladas universitarias.
Cierta recuperación La tasa de empleo en 2015 de la promoción de 2012 fue del 79,2%, diez puntos más que en 2013, cuando la promoción de 2010 marcó la cota más baja conocida en la historia de la UPV/EHU, con una tasa de empleo del 69,4%. Por ramas de estudios, la tasa de empleo más alta se sitúa en la sanitaria con un 90,5%, seguida de las carreras técnicas con un 84,8% y las ciencias económicas y jurídicas, con un 81,1%. La rama social se queda en un 76,2%, las humanidades en un 70,9% y las experimentales en un 67,4%.
Respecto a la calidad del empleo, el informe constata que la temporalidad es lo que determina los contratos. Indica que ha mejorado el “encaje” de los trabajos (categoría laboral y funciones relacionadas con los estudios realizados) que fue del 80% en 2012, frente al 78% de 2011, pero está por debajo del 87,5% de 2008. Y aunque han mejorado los datos de “parcialidad”, al aumentar los contratos de jornada completa, se mantiene la temporalidad en casi el 52% de las contrataciones.
Las prácticas en empresa se han multiplicado, de 6.304 el curso 2007/2008 a las casi 10.000 del curso pasado. El informe revela que las microempresas (0-10 empleados) acogen al mayor volumen de becarios (30,5) mientras que las grandes del país ( < 500 empleados) abarcan un escaso volumen de prácticas (22,7%), lo cual está en coherencia con la estructura del tejido económico vasco. Sin embargo, la vicerrectora de Estudiantes, Empleo y Responsabilidad Social, Maite Zelaia, advirtió de que esta distribución produce un “desequilibrio” ya que las grandes “generan mucha más empleabilidad que las pequeñas empresas”.
La UPV/EHU no dispone de datos concretos respecto al porcentaje de estudiantes que continúan trabajando en la misma empresa al final de su periodo de prácticas, pero sí de programas especiales diseñados ex profeso para cubrir las necesidades de las empresas, como el suscrito con la Diputación de Gipuzkoa para resolver problemas concretos de las Pymes de ese herrialde. “En ese caso, el 50% de los becarios se quedó a trabajar en la empresa”, dijo Zelaia. Este factor también es importante para impulsar la formación en alternancia ya que el curso pasado el 70% de los graduados vascos en FP dual encontraron trabajo al día siguiente de acabar el ciclo y cerca del 90% se mantuvieron en la misma empresa en la que se formaron.
El rector consideró que, con todos estos datos sobre la mesa, la UPV/EHU dispone de herramientas en materia de empleabilidad eficaces pero “no son suficientes para enfrentarnos al contexto económico, social y laboral de los próximos años”. Y es en este punto en el que Goirizelaia hizo un llamamiento a la “colaboración” y “el consenso” de todos los agentes públicos y privados para dar un paso trabajar en el desarrollo de la universidad en dual. “En Alemania se hace sin más, pero aquí las cosas son diferentes y la universidad no puede actuar de forma aislada”, dijo. Euskadi no parte de cero en este camino ya que la UPVEHU ha sido pionera en el Estado en implantar el primer grado dual de Ingeniería en Innovación de Procesos y Productos en la Escuela Universitaria de Ingeniería del Instituto de Máquina Herramienta (IMH) de Elgoibar. En ella la especialidad que eligen los estudiantes de ingeniería está relacionada directamente con las necesidades concretas de la empresa que les acoge y forma al mismo tiempo. El rector ha avanzado que el siguiente paso podría ser el de implantar en dual otro grado de Ingeniería en el Campus de Gasteiz dada la presencia de importantes firmas del sector en Araba como Gamesa y Mercedes.