PAMPLONA. La tesis doctoral de la médico de familia Nuria Goñi confirma que la dieta mediterránea resulta beneficiosa en las fases iniciales de la arteriosclerosis, incluso tan solo un año después de haber incorporado estos hábitos alimenticios.
"Nuestro estudio demostró un efecto beneficioso de la dieta mediterránea en la regresión del proceso de arteriosclerosis tras sólo un año de seguimiento. De este modo, teniendo en cuenta nuestros resultados, sería lógico pensar que el efecto beneficioso de esta dieta fuera creciente con el paso del tiempo", indica la autora de la investigación.
La tesis también ha demostrado la efectividad de esta dieta en personas con un menor nivel de arteriosclerosis, es decir, con un mejor estado cardiovascular.
"La arteriosclerosis es un proceso sin síntomas aparentes que transcurre durante años y por ello, encontrar factores condicionantes en fases preclínicas es fundamental para la prevención de dichas dolencias", comenta en un comunicado Goñi, que trabaja en el Centro de Salud del barrio pamplonés de San Jorge.
La tesis ha valorado el efecto sobre el desarrollo de la arteriosclerosis de la ingesta de los hidratos de carbono de la dieta mediante el uso del índice glucémico y la carga glucémica, pero no se han encontrado asociaciones significativas.
Asimismo, se ha relacionado el potencial inflamatorio de la dieta medido por el "Dietary Inflammatory Index" y el desarrollo de la arteriosclerosis precoz.
"Aunque observamos una regresión en el proceso de arteriosclerosis, en función del Dietary Inflammatory Index, la asociación no fue significativa estadísticamente. Concluimos que una de las posibles causas es el que tiempo de seguimiento fue relativamente corto", ha indicado la autora.
La tesis también ha confirmado los efectos beneficiosos de la dieta mediterránea en prevención primaria, es decir, "antes de que se produzca la enfermedad e incluso en aquellos pacientes con una mejor salud cardiovascular a priori", señala la especialista.