Bilbao - El Cuadro de Indicadores de la Innovación Regional 2016, que ofrece una evaluación comparativa del rendimiento en innovación de 214 regiones de los países miembros de la Unión Europea (UE), solo incluye Euskadi como “fuerte innovador” dentro del Estado español, el peldaño anterior al grupo de los “líderes en innovación”, listado que una vez más encabeza Suecia, seguida de Dinamarca, Finlandia, Alemania y Holanda. De este modo, Euskadi se consolida en el club de las sesenta y cinco regiones que más innovan de la UE y que están ubicadas en países como Francia, Reino Unido, Irlanda, Alemania o los Países Nórdicos.

Aunque el rendimiento de la I+D made in Basque country ha disminuido un 6% respecto a hace dos años, Euskadi ha logrado salvar la categoría lograda en la sexta edición de este ranking que publica periódicamente la Comisión Europea. Nafarroa no ha tenido la misma solidez que la CAV y ha perdido la categoría para igualarse a España como “innovador moderado”, después de que los resultados de su I+D haya “disminuido fuertemente” ( -22%). España se ha mantenido en el puesto 19 entre los 28 estados miembros y se sitúa como el tercer país que más ha retrocedido en innovación desde el inicio de la crisis (-0,8% de media anual entre 2008 y 2015).

En la mayoría de los países, la variación en los grupos de rendimiento regional es limitada, lo que indica que los rendimientos regional y estatal en materia de innovación están vinculados. Sin embargo, la Comisión Europea destaca que en algunos países (principalmente en los grandes) hay una mayor variación, lo que pone de relieve las especificidades regionales y la existencia de «bolsas de excelencia» regionales, como es el caso de Euskadi.

El informe publicado ayer por la Comisión considera que las fortalezas de la CAV se asientan sobre la educación terciaria (universitaria y FP de Grado Superior), el número de Pymes que comercializan productos y servicios de alto valor añadido, así como el empleo altamente cualificado en el sector industrial. También subraya el peso de las industrias intensivas en conocimiento y las exportaciones de productos de media y alta tecnología. Y entre las debilidades incluye el gasto público destinado a la I+D o las Pymes con el marketing o innovaciones organizativas. Este informe certifica que Euskadi ha aguantado el tirón de la crisis en un contexto incierto.

incertidumbre El informe subraya que “para casi todas las regiones, la innovación ha mejorado con el tiempo, si bien últimamente el rendimiento ha descendido en la mayor parte de ellas”. En un análisis efectuado durante un período de nueve años (hasta 2016) se observa que la pertenencia a un grupo de rendimiento ha permanecido estable para la mayoría de las regiones (70 %), mientras que en otras regiones se observan cambios, sea a grupos de rendimiento inferior o superior.

Dentro de los grupos de rendimiento medio de las regiones “innovadoras fuertes” e “innovadoras moderadas” ha mejorado a lo largo del tiempo, aunque ha ido disminuyendo para las regiones “líderes en innovación regional” y “las innovadoras modestas”. Existe, por tanto, un proceso parcial de convergencia en el que las regiones innovadoras fuertes y moderadas reducen su diferencia de rendimiento con respecto a las líderes en innovación.

El Ejecutivo comunitario sitúa a España en el grupo de los “innovadores moderados”, con resultados inferiores a la media de la UE (en concreto, entre el 50% y el 90% de la media comunitaria). En este grupo están también Croacia, Chipre, República Checa, Estonia, Grecia, Hungría, Italia, Letonia, Lituania, Malta, Polonia, Portugal y Eslovaquia. ”Los resultados en innovación han mejorado de forma sostenida hasta 2013 y desde entonces el índice de innovación ha ido cayendo. En 2014, el resultado se sitúa en un nivel significativamente más bajo que en 2008. La brecha de España con el resto de la UE se ha ido aumentando en el tiempo”, asegura el estudio sobre los resultados en innovación de España.

Así, informe pone de relieve que el resultado de España relativo tocó pico en 2008 (77%), nivel que ha caído hasta el 69% en 2015. España está por debajo de la media en la mayoría de los 25 indicadores que recoge el estudio, que reconoce que su resultado se acerca a la media europea en indicador relativo al sistema de investigación, “fundamentalmente” por su resultado “relativo fuerte” en copublicaciones científicas internacionales. También está por encima de la media en el porcentaje de la población que ha terminado estudios superiores, marcas comunitarias y venta de nuevos productos innovadores.

El indicador en el que más ha mejorado España es el relativo a licencias e ingresos por patentes del extranjero ((13%), mientras que en el que más ha retrocedido es en las inversiones de capital de riesgo (-11%). La Unión Europea se sitúa en el cuarto puesto en innovación a nivel mundial, por detrás de Corea, Estados Unidos y Japón, pero por delante de Canadá, Australia y China.