donostia - A partir del 1 de enero de 2018 cruzar la N-I no será gratis para los transportistas. Los vehículos de más de 3,5 toneladas pagarán desde esa fecha un máximo de 10 euros por atravesar esta carretera, desde Etzegarate hasta Irun. Esta será la tarifa máxima que contemplará en nuevo peaje que la Diputación de Gipuzkoa quiere implantar en una de las vías más transitadas por el transporte pesado, a quienes va dirigido el nuevo canon.
La diputada de Infraestructuras Viarias, Aintzane Oiarbide, y el director general de Bidegi, Alfredo Etxeberria, comparecieron ayer en Donostia para dar cuenta de los pormenores de este nuevo peaje, cuya aprobación definitiva correrá a cargo de las Juntas Generales, si bien esperan tener en marcha el 1 de enero de 2018. “Aunque intentaremos adelantar esa fecha a finales de 2017”, aseguró Oiarbide.
Según las estimaciones que maneja la Diputación, el nuevo sistema de peaje que ha sido denominado como AT, tendrá una recaudación anual de “entre 7 y 8 millones de euros”, si bien descontados los gastos operativos, tendrá un rendimiento de alrededor de 3 millones de euros. Este dinero, será “reinvertido en la mejora y el mantenimiento de esta vía”, señaló Oiarbide, quien recordó que, hasta ahora, ese dinero se invierte desde el presupuesto foral y que en adelante podrá destinarse a “otras cuestiones como políticas sociales o promoción económica”.
Según explicó la diputada, el nuevo canon de la N-I no será un peaje al uso, sino que constará de seis pórticos metálicos, similares a los paneles informativos, que se instalarán en tres puntos de la carretera: Irun, Andoain y Etzegarate. Estos pórticos contarán con diferentes lectores que permitirán identificar a los vehículos que pasen por debajo sin necesidad de que estos paren.
De esta forma, únicamente los vehículos que pasen por los tres puntos pagarán la tarifa completa que, según avanzó Etxeberria, “en ningún caso llegará a los diez euros, IVA incluido”. Por su parte, atravesar un único pórtico -recorrido más habitual de los transportistas guipuzcoanos según la Diputación- tendrá un precio inferior a un euro.
Tal y como explicó Oiarbide, este sistema de peaje “inteligente”, permitirá abonar sin tener que detenerse, lo que provocará que “no haya retenciones de tráfico y originará menor contaminación y ruido”. Además, según completó Etxeberria, “tecnológicamente, situará a Gipuzkoa en la vanguardia de Europa”, siendo el primer territorio del Estado en el que se implantará un peaje de estas características.
La implantación de este sistema, que tiene un complejo software informático, requerirá de una inversión inicial de 10 millones de euros, además de otros “7 u 8 millones para su mantenimiento ordinario” en los primeros cuatro años.
El funcionamiento del sistema será sencillo: conforme los vehículos se aproximen a los pórticos, el sistema informático calculará el tonelaje los mismos, haciendo una primera criba entre ligeros y pesados. Posteriormente, se procederá a la lectura de la matrícula delantera, así como el dispositivo telemático VíaT (vinculado a una cuenta corriente mediante la que se llevará a cabo el control). Después se procederá a la lectura de la matrícula trasera y procesa el recorrido que ha realizado el vehículo para proceder al cobro de la cantidad correspondiente, en función de los arcos que ha atravesado.
Según avanzaron los responsables forales, actualmente el 87% de los vehículos pesados que transitan por el territorio disponen de un dispositivo telemático, mientras que se invitará al resto de conductores a hacerse con este aparato. Además, advirtieron que, según establece la ley, atravesar un peaje sin abonarlo supone una sanción mínima de 150 euros.
Reordenación de tráficos Según ha venido defendiendo la Diputación desde el comienzo de la legislatura, la puesta en marcha de este nuevo peaje tendrá tres objetivos. Primero, que los transportistas extranjeros que diariamente transitan por Gipuzkoa (el 60% de los tráficos según los datos del Ejecutivo) contribuyan mediante el pago de esta tarifa al mantenimiento de las carreteras guipuzcoanas. Por otro lado, el nuevo canon pretende tener un efecto directo sobre los tráficos. La Diputación entiende que desde su puesta en marcha se producirá un trasvase de camiones de la N-I a otras vías como la AP-8 o la AP-1, descongestionando el intenso tráfico que a día de hoy sufre la nacional. Y finalmente, permite a Gipuzkoa cumplir con la normativa comunitaria, que exige que las carreteras transeuropeas sean de pago.
¿Cómo funciona? Conforme los vehículos se aproximen a los pórticos, el sistema informático calculará el tonelaje los mismos, haciendo una primera criba entre ligeros y pesados. Posteriormente, se procederá a la lectura de la matrícula delantera, así como el dispositivo telemático VíaT (vinculado a una cuenta corriente mediante la que se llevará a cabo el control). Después se procederá a la lectura de la matrícula trasera y procesa el recorrido que ha realizado el vehículo para proceder al cobro de la cantidad correspondiente, en función de los arcos que ha atravesado