Nos prometieron ahorro y creatividad aplicada a nuevos modos de hacer campaña, término militar por excelencia, ante la convocatoria repe de elegir a media docena de representantes alaveses para las cámaras del actual sistema político, Congreso de Diputados y Senado.

Los días de la propaganda repetitiva, el hartazgo audiovisual de mensajes, los ataques y ocurrencias ponzoñosas de un día y otro también pasan lentamente y no se ve por ningún lado, ni ahorro de inversión propagandística ni innovación, tan necesarias en esto de la res publica, como ocurre en la producción de ruedas o en los aldeanos cultivos de apetitosos tomates. Innovación y creatividad.

En los últimos años se han reducido los mítines gigantescos a contadas ocasiones con los jefes de campaña pendientes de conectar en el momento oportuno para el telediario y así llegar un par de minutos a millones de espectadores. Se eligen una docena de capitales que hay que ganar para la causa más Madrid, Barcelona, Sevilla y Valencia como concentraciones multitudinarias donde los candidatos reafirman a los propios y buscan desesperadamente convencer a los indecisos.

Algo menos de cartelería callejera, sencillos trípticos y cartas de los candidatos frente al abundante y clásico material de votación enviado por correo en un suculento gasto que lo pagamos todos y que perpetúa modos de campaña que un día habrá que corregir con más pausa y oportunidad para bien de las arcas públicas y la regeneración de la relación ciudadana con los políticos. Y nos vamos a otro asunto.

La tradición católica ha recogido la práctica de las reliquias que desde la Edad Media se ofrecen como protectoras y amparadoras de peticiones y necesidades de los fieles que veneran pequeños restos corporales del santo o santa de turno, siendo en ocasiones tan numerosos que se podrían hacer, por ejemplo, dos o tres cruces de la pasión del Nazareno o tres veces el brazo de la santa abulense.

En el ámbito civil, en los tiempos del romanticismo era habitual poseer un relicario con un mechón de pelo de la amada como presencia sustituida de la que encendió amores incombustibles. Cuando se cerró la vieja plaza de toros de Vitoria-Gasteiz, la empresa constructora ofreció a los presentes en el acto de cierre del coso de Txagorritxu un frasquito con un puñado del albero del ruedo, que algunos añorantes del maltratado y denostado arte de Cúchares, guardarán con celo y devoción en sus casas.

Esta semana, más de tres mil aficionados babazorros han podido recoger un trozo del césped del campo de fútbol de Mendizorroza con motivo del levantamiento de la vieja hierba que ha sufrido una complicada temporada, que a la postre ha resultado triunfal.

Hierba que ha conocido triunfos y derrotas, momentos de euforia y de tristeza contenida, fríos y calores en lo climatológico y en lo deportivo. Esta hierba se convertirá en tótem, en recuerdo, en reliquia de un año histórico y socialmente agradecido elevando la autoestima del personal que no es poco, en medio de una crisis que no acaba de recuperar ritmo de crecimiento y creación de empleo. Ponga un trozo de Mendi en su casa y no se olvide de abonarlo y regarlo de vez en cuando para que siga brillante, compacto y triunfal. Es un trozo de historia de nuestra ciudad.

Pero no todo son albricias y celebraciones, y lo que se intuía en algunos círculos ha terminado ocurriendo: el entrenador del equipo profesional de baloncesto que nos llevó la pasada temporada a noches europeas de ensueño e incluso arañó el triunfo en la Final Four, ha decido dejar el club y probar suerte en otras lejanas tierras para seguir enriqueciendo su bagaje profesional.

Aficionados y público en general no acaban de explicarse esta situación de orfandad y búsqueda de nuevo coach para el banquillo azulgrana y así los periódicos han reflejado la imagen seria y contrariada del gerifalte canastero echando balones fuera y medio acusando al entrenador de haberles dejado en soledad y vacío existencial.

Y es que no hay nada tan malo como la falta de memoria en los seres humanos que la utilizan como chicle que manejamos a nuestro capricho para defensa/ataque en nuestras coyunturas y estrategias personales colectivas. La mente humana tiene una extraordinaria habilidad para seleccionar recuerdos, pasajes y circunstancias de la vida pasada como ocurre en el caso presente en el que el mandamás parece olvidar la espinita que el croata tenía clavada en su corazón desde que fue expulsado del templo, con ocasión de un incidente de salud, hace unas pocas temporadas.

La inmensa fuente de sabiduría que es el refranero popular ha acuñado aquello de que donde las dan, las toman, y callar es bueno. Pues eso, que si uno tiene costumbre de darlas, es bueno que se prepare para tomarlas, y en cualquiera de las humanas circunstancias callar siempre, cerrar la boca para que no entren molestas y pegajosas moscas y ya se sabe que la vida es así para pueblo llano y cúpula dirigente. Y terminamos con un deseo de feliz domingo de Araba Euskaraz en Agurain, y a servir en cualquier circunstancia y lugar, que como dicen las personas educadas y agradecidas del lugar: “no hay de qué”.