Bilbao - Euskadi registró el año pasado un importante incremento de las solicitudes de asilo. De hecho, la cifra es la mayor registrada en la CAV hasta la fecha: 163. Y parece que la tendencia va a seguir al alza este año, ya que solo en los primeros meses de 2016 se han registrado ya 106 nuevas solicitudes. Con motivo del Día mundial de las personas refugiadas, que se celebra el próximo lunes, CEAR-Euskadi presentó ayer en rueda de prensa en Bilbao su informe anual. La comisión acompañó las solicitudes de un total de 132 personas en 2015, el doble que el año anterior.

La mayoría fueron de personas de nacionalidad ucraniana, principalmente hombres jóvenes. En muchos casos, el motivo de su huida fue el reclutamiento forzoso. Este es el caso de Vasyl Panchenko, que ayer estaba en la rueda de prensa. “No quería participar en la guerra. No quiero dar mi vida ni matar a nadie por nada y menos por una cuestión política”, sostuvo Vasyl, de 25 años y originario de Kherson, muy cerca de la península de Crimea. Su pareja, Irina Nakonechna, y su hijo de cinco años llegaron unos meses antes. “A principios de 2015 se intensificó el conflicto en Crimea y aumentó la presencia militar. Mi hijo pequeño me contó que en la escuela, en vez de jugar o estudiar, comenzaron a enseñarles cómo comportarse en el momento del bombardeo y dónde refugiarse... Así estaba la situación cuando le empezaron a llegar las cartas para el reclutamiento a Vasyl. Muchos amigos nuestros fueron obligados a ir a la guerra. En el barrio de Vasyl sabían que éramos unionistas, había gente que nos amenazaba por ello”, contó Irina.

La joven, de 24 años, explicó que “teníamos miedo y queríamos escapar de allí”. “Mi hermana, que vive en Euskadi, se ofreció en un primer momento a acogernos, estaba preocupada. Reunió el dinero para mí y para mi hijo. Vasyl tuvo que esperar. Cuando por fin nos pudimos reunir comenzamos a construir una nueva vida, pero sin castellano, sin trabajo y sin una casa, difícil”, lamenta.

La tendencia permanece en 2016, ya que a fecha de 4 de mayo se registraron en Euskadi 106 peticiones de asilo, siendo en este caso la venezolana (24) la nacionalidad más demandante, seguida de la ucraniana (11) y la Siria (10). “En estos momentos rondamos las 200 plazas de acogida entre todas las organizaciones. Y eso es una cantidad muy pequeña respecto a nuestra población y a nuestra capacidad económica. Tendríamos posibilidad de acoger a muchas más. Hay el compromiso, además, de muchos municipios vascos de llevar a cabo esa acogida y lo que tenemos que hacer es ponernos en marcha para aunar intereses, aunar los procesos y sobre todo reforzar el sistema de asilo español”, explicó la directora de CEAR-Euskadi, Patricia Bárcena.

“Este sistema cuenta con un protocolo de acogida en estos pisos que es de seis a nueve meses, pero hay muchas personas que en seis meses apenas hablan el idioma”, sostuvo. Los plazos previstos por el Gobierno español establecen que transcurrido el tiempo de esa primera fase, el solicitante de asilo debe buscar un trabajo y alquilar un piso por sus medios, pero la realidad muestra que en la mayoría de los casos sigue dependiendo de la ayuda económica de las organizaciones. “Los municipios tienen un papel crucial en esa segunda fase de la vida autónoma, porque no es lo mismo acceder a una vivienda de mercado libre que a una vivienda de protección social, por ejemplo. Las personas en seis mes no consiguen trabajos que les permitan llevar una vida plenamente autónoma”, apuntó Bárcena.

Plazas CEAR-Euskadi cuenta en estos momentos con 103 plazas de acogida en la CAV, de las cuales solo 16 quedan por ocupar en Donostia. Y 12 están reservadas para la llegada de los primeros solicitantes del grupo de personas reasentadas. La Unión Europea adquirió el compromiso de reasentar en el continente a 20.000 personas refugiados procedentes de los países limítrofes con Siria. El cupo que le corresponde al Estado español es de 1.579, sin embargo, hasta la fecha no ha llegado ninguno. El Gobierno español anunció recientemente que espera la llegada de 285 personas desde Líbano y 101 desde Turquía, previsiblemente para julio.

Del otro programa europeo, el de reubicación, dirigido a personas refugiadas que ya están en Europa, principalmente Grecia e Italia, han llegado 21 a Euskadi desde noviembre de 2015. En este sentido, Cruz Roja tiene seis plazas reservadas en Bizkaia para una próxima acogida de un grupo procedente del país heleno.

Apatridia Respecto a las solicitudes de apatridia, CEAR-Euskadi acompañó 206 solicitudes en 2015, todas ellas de personas procedentes del Sahara Occidental. El año pasado, se registraron asimismo 18 concesiones de apatridia. No es el caso, en cambio, de las solicitudes de asilo. Y es que la comisión no registró ni una sola concesión del estatuto de refugiado a lo largo del año pasado.

Bárcena recordó que la competencia en esta materia corresponde al Gobierno central, pero instó a las instituciones vascas a presionar para que se agilicen los compromisos que asumieron hace meses tanto Europa como el Estado español.