bilbao - Un niño de cuatro años de Barakaldo, que había estado con varicela, falleció ayer en el hospital de Cruces tras sufrir un shock séptico. Osakidetza informó que el Servicio de Urgencias de Pediatría del hospital ha declarado a la Unidad de Vigilancia Epidemiológica de Bizkaia el fallecimiento del pequeño que presentaba un cuadro de varicela de varios días de evolución.
Al tratarse de una enfermedad contagiosa, se ha puesto en marcha el protocolo de prevención de casos secundarios de esta enfermedad entre los contactos más estrechos del paciente, familiares directos y alumnado, y profesorado de las aulas del curso donde el niño estaba escolarizado, el colegio Nuestra Señora del Pilar, de Barakaldo. Ayer por la tarde, representantes de Salud Pública se trasladaron al centro y mantuvieron una reunión informativa con docentes y padres que se encontraban visiblemente nerviosos y preocupados porque se desate un brote.
Según Osakidetza, el menor fallecido empeoró súbitamente en la madrugada del miércoles, por lo que fue trasladado en ambulancia desde su domicilio al hospital, donde ingresó en parada cardiorrespiratoria, y a pesar de la reanimación cardiopulmonar, no se pudo hacer nada por salvar su vida y murió de una infección generalizada. Los resultados de los análisis microbiológicos realizados indican que el germen causante es un estreptococo A, por lo que el motivo del fallecimiento descrito es una sepsis estreptocócica.
La Asociación Española de Pediatría calcula que la varicela llega a provocar cada año más de 1.000 ingresos hospitalarios entre niños menores de siete años y causa de cinco a seis muertes. Es decir, aunque la inmensa mayoría de casos son absolutamente benignos, la varicela puede complicarse con cuadros muy graves, que requieren ingreso y que, en ocasiones, la medicina no puede solucionar y dan lugar a cierta mortalidad hospitalaria.
Desde Osakidetza se explicó ayer en una nota informativa que un estreptococo A “es una bacteria que se encuentra a menudo en la garganta, sin que necesariamente produzca ninguna enfermedad o a lo sumo una enfermedad relativamente leve como una infección de garganta”. Asimismo, se indicó que, “en raras ocasiones esta bacteria puede ocasionar otras enfermedades agudas más graves, dado que es poco habitual ya que la prevalencia de estas formas invasivas es realmente baja”. Su transmisión es mediante contacto directo con las secreciones nasofaríngeas de las personas infectadas, y el tratamiento de las personas infectadas con un antibiótico elimina por lo general su capacidad de propagar la bacteria.
Las infecciones invasivas, precisó Osakidetza, “ocurren cuando las bacterias superan las defensas de la persona infectada. Esto puede ocurrir cuando la capacidad de una persona para combatir la infección disminuye debido a enfermedades crónicas o a una afección que repercute en el sistema inmunológico. Además, algunas cepas virulentas son más susceptibles de provocar enfermedad invasiva que otras”.
vacunación adelantada Hay que señalar que normalmente los afectados suelen ser niños que acuden a guardería o a colegio de primaria, porque los niños más mayores “ya la han pasado o están bien vacunados, con todas las dosis”. Aunque la vacuna se suministraba, hasta ahora, a los niños que a los 12 años no habían pasado la varicela, desde este año, se inmuniza a todos los pequeños nacidos a partir del 1 de enero de 2015 al cumplir los 15 meses y a los cuatro años. De forma transitoria, además, se mantiene la vacunación frente a la varicela a los 10 años de edad del calendario actual hasta que la cohorte de nacidos en 2015 llegue a esa dicha edad.
Y es que el pasado mes de septiembre, el Departamento de Salud decidió sumarse a la decisión estatal de adelantar la vacuna de la varicela al primer año de vida después de escuchar la opinión científica de los integrantes del Consejo Asesor de Vacunaciones de Euskadi.
La vacunación temprana de la varicela suscitó un encendido debate el pasado verano cuando el ministro de Sanidad en funciones, Alfonso Alonso, anunció su inclusión en el calendario vacunal común infantil financiada por el Sistema Nacional de Salud, después de que su predecesora Ana Mato, la retirara.