Donostia - Tristes por la sensación de haber perdido la oportunidad de cerrar la etapa escolar con mejor nota; nerviosos por la incertidumbre de saber si lograrán alcanzar la nota de corte exigida en la universidad y la carrera que han elegido; enfadados por lo que consideran una situación “injusta” que les perjudica de cara al futuro; y sobre todo, con ganas de hacer mucho ruido para reivindicar una nueva oportunidad. Decenas de alumnos de segundo de Bachillerato que estos días se han presentado a la selectividad se concentraron ayer en Donostia, donde improvisaron una manifestación que partió del edifico del aulario y llegó hasta la facultad de Magisterio. El grito, unánime: que se repita el examen de Matemáticas de la rama de Ciencias Sociales, al considerar que se exigía un nivel mucho mayor que en ediciones anteriores. Son conscientes de que la probabilidad juega en su contra y que será más que seguro que la prueba no se repita, pero ayer no dejaron pasar la oportunidad de mostrar su enfado.

“No es justo que jueguen con nuestra media a hacer experimentos”, se quejaba Haizea Azpiazu, cuando la marcha tomaba ya el regreso hacia el aulario. Ella quiere cursar Empresariales el curso que viene y, en principio, la nota obtenida en el examen de matemáticas no le “influye demasiado”, pero por solidaridad con sus compañeros, decidió participar en la protesta. “Hemos estudiado los modelos anteriores y, obviamente, no estábamos preparados. Te bloqueas y a mucha gente le va a fastidiar muchísimo para la media”, denunció, al tiempo que recuerda que llevan todo el año preparándose para esto. “Nos sabíamos el temario. Habíamos practicado muchísimo. Es injusto”, aseveró. A su lado, Marta Merino hace cuentas para saber si la media le llegará para ingresar en la Universidad Pompeu Fabra para estudiar Periodismo. “Me da rabia porque tenía muy buenas notas en el resto de los exámenes y ahora lo mismo no puedo ir a esa universidad y estudiar lo que quiero”, se lamentó. Ella es consciente de las poquísimas probabilidades que tienen de que se repita el examen, más si cabe cuando, en 2012, una de las pruebas de Química contenía un fallo en el enunciado -único supuesto en el que la Universidad estaría obligada a repetir la prueba--y se dio por válido. Pero no por ello renuncia a protestar. “Que al menos de esta forma vean que no estamos a favor de lo que ha hecho, y que los jóvenes, aunque no hacemos mucho, también nos levantamos y nos movilizamos”, defendió. Lorena Sayés y Patricia Hernández son compañeras y, en principio, no están preocupadas por la nota de corte, sí demuestran su fastidio por esta situación. “En el momento no nos lo creíamos. Habíamos ensayado problemas de otros años, pero era un examen muy difícil. La gente llegó a preguntar a ver si era un examen de ciencias”, recordó Sayés. Patricia, por su parte, indicó que la tristeza de los alumnos es compartida por sus profesores, que tampoco entienden el cambio de exigencia en la prueba. “Da mucha rabia que una cosa de estas te baje la nota de todo el año”, sentenció.

Jon Gorospe también se mostró indignado por lo sucedido. Este alumno de Nazaret Ikastetxea, centro de la capital guipuzcoana, puede quedarse sin plaza para cursar IVEF en Gasteiz. “Lo lógico habría sido que hubiesen informado a los colegios de que iba a subir el nivel para preparar mejor el examen, pero lo han hecho sin avisar”, criticaba este joven.

Por el momento, la UPV/EHU no parece que esté pensando en repetir la prueba, ya que según recordaron ayer, el ejercicio de la discordia “se atiene al contenido convenido”. “A corto plazo, desde luego, no se va a tomar ninguna decisión. Ya veremos el lunes”, anunciaron.