Miami - El juez Raag Singhal, quien expresó su deseo de agilizar la celebración del juicio que debe celebrarse en su contra tras la anulación de la condena a la pena de muerte que pesaba sobre él por la muerte de tres personas, estudiará el próximo 1 de julio la puesta en libertad condicional del preso vasco Pablo Ibar, cuya condena a muerte fue anulada el pasado febrero por el Tribunal Supremo de Florida.
Según informó su defensa, ayer se produjo la primera de las denominadas “conferencias de seguimiento” encaminadas a la repetición del juicio de Pablo Ibar. A la audiencia asistió tanto la familia de Ibar, así como el cónsul español. Según se determinó, el juez que se va a encargar de la repetición del juicio, así como de todas las conferencias de seguimiento posteriores encaminadas a la celebración del mismo será Raag Singhal.
También se fijó fecha para la toma en consideración de las siete mociones ya presentadas por la defensa de Ibar, incluida aquella en la que se pide su puesta en libertad condicional a la espera del juicio que se celebrará el 1 de julio.
Esa jornada se producirá una audiencia en donde las partes expondrán sus argumentos a favor y en contra de dichas mociones. “No se espera que se produzca una decisión sobre las mociones ese mismo día”, señalaron.
En una reunión abierta a la prensa, Singhal les preguntó a los abogados cuánto tiempo necesitaban para preparar el nuevo juicio contra Ibar, acusado de los asesinatos del dueño de un local nocturno y dos modelos en 1994. La breve audiencia llevada a cabo en los tribunales Fort Lauderdale, al norte de Miami, duró poco más de 10 minutos. El vasco, sobrino del fallecido boxeador Urtain, lleva casi 22 años preso, quince de ellos en el “corredor de la muerte”, pues fue condenado a la pena capital en 2000. - Efe/E.P.
Los antecedentes. Pablo Ibar fue condenado a la pena capital en 2000. Antes se había celebrado un primer juicio, en 1998, en el que el jurado no pudo llegar a un veredicto unánime de culpabilidad y el juez lo declaró nulo al no haber pruebas dactilares ni genéticas que vincularan a los acusados con el triple crimen. Después de ese juicio, el 28 de agosto de 2000, Pablo Ibar recibió condena y fue sentenciado a muerte en Estados Unidos.
El Tribunal Supremo de Florida anuló a comienzos del pasado febrero la condena que pesaba sobre Ibar, entre otras cosas por el hecho de que su ADN “no fue encontrado en la camiseta recuperada” en el lugar del triple crimen y que el asesino usó para “cubrirse parcialmente el rostro”.