Bilbao - La Universidad del País Vasco (UPV/EHU) ha asegurado que la corrección los exámenes de Filosofía que mañana realizarán cerca de 10.000 estudiantes vascos en la selectividad “no está en peligro” por el boicot de un grupo de profesores en protesta por la decisión del Gobierno Vasco de transformar Filosofía en una asignatura optativa de modalidad, en aplicación de la Lomce.
Así lo aseguró ayer el director de Acceso a la Universidad, Julian Aguirre, quien señaló que “hay profesores suficientes” para corregir “con normalidad” las pruebas. Pese a estar de acuerdo con el contenido de la protesta avalada hasta ahora por 60 docentes de centros públicos y concertados, ninguno de los profesores de Filosofía que ya están en los tribunales de la selectividad vasca ha decidido sumarse al plante al entender que “habían adquirido previamente un compromiso con la UPV/EHU para corregir los exámenes”, explicó Aguirre.
De este modo, la que puede ser la última selectividad tras 41 años de vida comenzará mañana sin contratiempos en Euskadi. En paralelo, el grupo de profesores de instituto que impulsa el boicot envió ayer al Departamento de Educación y al Gobierno Vasco a través de Zuzenean su plancha de reivindicaciones con el objetivo de que el Gabinete que dirige Cristina Uriarte “se replantee su decisión”, tal como han hecho ya otras comunidades como Aragón, Baleares, Catalunya, Andalucía o Asturias. Además, el Parlamento Vasco también ha realizado una petición en el mismo sentido en la Comisión de Educación celebrada en octubre de 2015 que el Gobierno Vasco ha rechazado.
DNA avanzó el sábado la convocatoria de este plante inédito por parte los profesores de Filosofía que finalmente no afectará al normal funcionamiento de la Selectividad. Sin embargo, la protesta pone sobre la mesa el problema al que se pueden enfrentar el año que viene los estudiantes que hoy cursan primero de Bachillerato si finalmente se realiza la reválida. El próximo curso el Gobierno Vasco debería aprobar el decreto vasco que regula Bachillerato dentro del plan Heziberri 2020 que transformará la asignatura de Historia de la Filosofía de troncal a optativa de modalidad, como establece la Lomce.
En opinión del colectivo de docentes afectados por la reforma, el cambio propuesto por el Gabinete Uriarte “dejará el área de la Filosofía de Bachillerato en una situación docente y evaluativa penosa”. Pero además, advierten de que podría perjudicar gravemente a los estudiantes que acaban de finalizar primero de Bachillerato. No en vano, la Lomce establece que todos los alumnos de Bachillerato deben examinarse de todas las troncales de la etapa en la reválida que introduce la Lomce y cuya realización aún está en el aire en Euskadi. Con la Lomce, Filosofía es troncal (obligatoria) en primero de Bachillerato y en segundo pasa a ser una de las cuatro optativas de modalidad. Así, lo que puede pasar es que los estudiantes se deban examinar en la reválida de Filosofía pese a no haberla elegido en segundo.
En opinión de estos profesores, la pretensión del Gobierno Vasco de relegar la Historia de la Filosofía a un segundo plano en el currículum y la obligación de tener que hacer una prueba sobre la Filosofía de primero en la reválida “atentan no sólo contra una impartición adecuada de las asignaturas de Filosofía en el Bachillerato sino también contra su prestigio, en vista de los pésimos resultados que podrían darse en un examen de reválida de Filosofía de primero de Bachillerato en las condiciones mencionadas”.
Aun así consideran que el Departamento de Educación aún está a tiempo de rectificar, dado que aún no ha aprobado el decreto de Bachillerato del Currículum Vasco ya que otras comunidades autónomas contrarias a la ley Wert ya lo han puesto en práctica. Así recuerdan que Baleares, Catalunya, Andalucía o Asturias han convertido Filosofía de segundo en una asignatura optativa “obligatoria” para todas las modalidades de Bachillerato. Y Aragón, por ejemplo, lo ha hecho para el alumnado de la modalidad de Humanidades y Ciencias Sociales. Esta medida posibilita que los alumnos “puedan preparar mejor la reválida de la Filosofía de primero”, afirman los firmantes de la protesta.
Desde mañana hasta el viernes, un total de 9.887 estudiantes que han terminado este año el Bachillerato se enfrentarán realizar la Selectividad, lo que representa “un aumento del 3,5% respecto al año pasado”, según informó ayer la UPV/EHU. Además del alumnado de Bachillerato se presentarán a la prueba específica 723 estudiantes que han completado un Ciclo Formativo de Grado Superior frente a los 651 estudiantes de FP, lo que supone un incremento del 11%.
Cuatro puntos extra La prueba, que se desarrollará durante tres días, hasta el viernes día 10, consta de dos fases: general y específica. La fase general tiene como objetivo valorar la madurez y destrezas básicas que debe alcanzar el alumnado al finalizar el Bachillerato para seguir las enseñanzas universitarias oficiales de grado. Consta de cinco ejercicios: Lengua castellana y literatura; Lengua vasca y literatura; Historia de la filosofía o Historia; Lengua extranjera y una materia de modalidad de 2º de Bachillerato, elegida libremente. Cada una de las materias se puntuará entre 0 y 10 y, como máximo, en esta fase se pueden obtener 10 puntos.
Se considerará que un estudiante ha superado la prueba cuando haya obtenido una nota igual o mayor a 5 puntos como resultado de la media ponderada del 60% de la nota media de Bachillerato y el 40% de la calificación de la fase general, siempre que esta sea superior o igual a 4 puntos.
La fase específica es de carácter voluntario y su objetivo es la evaluación de los conocimientos y la capacidad de razonamiento en unos ámbitos disciplinares concretos relacionados con los estudios que se pretenden cursar. Permite mejorar la calificación obtenida en la fase general.
Cada estudiante se podrá examinar de hasta cuatro materias de modalidad de segundo de Bachillerato distinta a la materia elegida en la fase general. En esta fase se podrán obtener un máximo de 4 puntos. Cada materia se calificará entre 0 y 10 y la nota final se obtendrá tomando las dos mejores notas de los exámenes voluntarios, multiplicadas por los parámetros de ponderación, cuyo valor, 0,1 o 0,2, fija la universidad en función de la relación de la materia con el grado elegido.