donostia - La recuperación del proyecto de la incineradora de Zubieta por parte de la Diputación de Gipuzkoa ha reabierto un conflicto que durante cuatro años, el tiempo que EH Bildu ha estado en las instituciones y desterró su construcción, parecía dormido. Sin embargo, la gota que ha colmado el vaso de la paciencia del Gobierno foral ha sido la difusión de un vídeo en el que tres encapuchados rompen la palanca de conducción de una excavadora que estaba trabajando en terrenos de Zubieta, aunque no está relacionada con la incineradora, cuyas obras ni siquiera han sido licitadas.

“Son actitudes y comportamientos violentos que creíamos que ya estaban superados en Euskadi y que ahora desgraciadamente algunos parece que quieren recuperar”. Así de contundente se mostró ayer el portavoz foral, Imanol Lasa, quien en una entrevista concedida al programa Gipuzkoako Kale Nagusia de Onda Vasca, calificó este hecho de “muy grave”, que merece una “condena sin paliativos”, una exigencia que alarga a la izquierda abertzale. “La cultura de la acampada, la imposición, los sabotajes... hay que circunscribirla en una etapa y unas formas de actuar que la sociedad vasca y la guipuzcoana han rechazado y quieren olvidar cuanto antes”, señaló Lasa, quien invitó a los partidos de la oposición a hacer sus propuestas “democráticamente”.

El portavoz foral también se refirió a la cadena humana que el domingo tuvo lugar en Donostia y en la que alrededor de 5.000 personas pidieron la paralización de la infraestructura de Zubieta. “Hay gente que expresa su opinión de manera pacífica y civilizada, y lo respetamos, como no puede ser de otra manera”, aseveró, al tiempo que indicó que la Diputación “atenderá todas las opiniones que exprese la ciudadanía de forma democrática”.

No obstante, Lasa consideró que hay una “intencionalidad política evidente” y una “campaña orquestada por la izquierda abertzale” detrás de iniciativas como la del domingo. A su entender, este tipo de campañas no se promueven “para defender la salud de los guipuzcoanos, sino para atacar a la Diputación y su gestión de los residuos”.

En este sentido, se mostró muy crítico con las advertencias que algunos han lanzado sobre la influencia que la planta de Zubieta tendrá en la salud de los guipuzcoanos. “En la vida y en la política no todo vale. Hay cosas con las que no se puede jugar y una de ellas es la preocupación por la propia salud y la de los familiares de uno. Utilizar ese sentimiento para atacar al adversario político solo se puede entender desde el prisma de quien piensa que todo vale para conseguir los fines propios. Incluido atemorizar a la sociedad y actuar de forma demagógica. El miedo y la salud no se pueden utilizar de forma tan gratuita. Esto es la izquierda abertzale en estado puro”, señaló.

En esta misma línea, y en referencia al grupo de médicos que se ha manifestado en contra de la incineradora por sus efectos sobre la salud, invitó a “hablar con seriedad y rigor” antes de hacer cualquier afirmación. Así, recordó que la incineradora, además de contar con “la tecnología, los permisos y los controles medioambientales más avanzados”, estará continuamente examinada por los investigadores científicos de Biodonostia. “Sus investigadores poseen una amplia experiencia en estudios epidemiológicos relacionados con la exposición a contaminantes ambientales y sus posibles efectos en la salud. Quienes nos van a asesorar en este proceso son quienes realmente saben”, zanjó.

Por todo ello, emplazó al portavoz de EH Bildu, Xabier Olano, a “dejar de mentir, hacer demagogia y utilizar el miedo”. “Esto le servirá para dar titulares y montar shows mediáticos, pero la Diputación y la mayoría de la sociedad estamos en otra clave: la de resolver el grave problema de las basuras de forma seria, rigurosa y responsable, de una vez por todas”, concluyó.

Por su parte, el alcalde de Donostia, Eneko Goia, también mostró su preocupación por el sabotaje de Zubieta. “No vamos a magnificar determinadas cosas, pero no voy a negar que cosas como éstas nos preocupan porque no nos gustaría que fueran dinámicas que fuesen tomando cuerpo y nos llevaran a un escenario que debería estar superado. Espero que todos lo tengamos claro”, manifestó.

Finalmente, el grupo juntero del PSE emitió un comunicado en el que afirmó que “los sabotajes nunca tuvieron sentido y ahora menos”. Los socialistas se mostraron confiados en que se trate de un “ataque aislado” y no de “una estrategia que pretenda condicionar la actividad política con métodos que no merecen sino el máximo rechazo y la condena más rotunda por parte de todas las fuerzas políticas”.