Bilbao - La capital vizcaína acogerá mañana miércoles un encuentro para abordar una técnica novedosa para el enfisema pulmonar grave que practican unos pocos centenares de especialistas en todo el mundo y muy pocos hospitales públicos del Estado, entre los que se encuentra el de Basurto. “Se trata de un procedimiento para tratar el enfisema que es una de las variantes de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, una patología degenerativa asociada al tabaquismo”, aclara el doctor José Miguel Tirapu, neumólogo de Basurto, y único experto vasco en este método.

La técnica consiste en la implantación de coils o muelles que mejoran la función pulmonar y la calidad de vida de los pacientes. “El enfisema se caracteriza por una destrucción del tejido, no solo de los bronquios, sino también del pulmón. Eso hace que los pulmones pierdan elasticidad, y se vuelvan más grandes pero menos eficaces. Lo que hacemos bajo anestesia general es reducir el tamaño de los pulmones que explica, en gran medida, parte de la fatiga y de la dificultad respiratoria de esos pacientes”, explica gráficamente Tirapu.

El doctor detalla en qué consiste la intervención. “Introducimos unos muelles de nitinol, también llamados coils en inglés, dentro del pulmón. Se meten estirados a través de un catéter y cuando están dentro recuperan su forma como si fueran un muelle y lo que hacen es devolver al pulmón su elasticidad inicial. También reducimos el tamaño de este órgano y, por tanto, se ponen en una situación más fisiológica las costillas, y el diafragma, de tal forma que al paciente le cuesta menos respirar porque mecánicamente le resulta más fácil. Lo que hacemos no es tratar la enfermedad como tal, sino una sus consecuencias”, sostiene Tirapu.

El doctor precisa, sin embargo, que “es un procedimiento restringido, dirigido a un segmento muy concreto de los pacientes con enfisema que reúnen determinados criterios”, y subraya que no es apto para todos. “Está indicado para un grupo concreto, que tiene un volumen residual elevado y una capacidad de ejercicio bajo”. Son los especialistas en neumología los que criban los pacientes y analizan cuáles se pueden beneficiar de esta novedosa técnica en función de objetivos clínicos y espirométricos.

El año pasado, Tirapu intervino a una paciente de 67 años con este novedoso sistema y tiene en estos momentos un par de casos más pendientes de evaluación. “En el Estado español hay muy pocos centros que lleven a cabo el procedimiento aunque ya hay estudios certificando que estos pacientes mejoran su capacidad de ejercicio, y la calidad de vida. Además, disponen de mucha experiencia en Alemania y Francia”, señala Tirapu.

Según declara, “esta técnica no cura el enfisema, lo que hace es modificar la mecánica de la respiración de las personas con enfisema grave, de tal forma que les cuesta menos trabajo respirar. Se ve mejoría objetiva en los estudios espirométricos, pero lo que se pretende es mejorar su calidad de vida y su tolerancia al esfuerzo”.

Más de mil euros por muelle El procedimiento se realiza en dos tiempos separado por un máximo de seis u ocho semanas. Por lo cual se interviene primero un pulmón y luego otro. Se trata además de una técnica cara porque cada muelle cuesta más de mil euros y se ponen diez de promedio en cada sesión.

Hasta ahora, el enfisema como el resto de las broncopatías crónicas, se trataba con medicamentos como broncodilatadores que no funcionan bien con estos pacientes. “Lo que se persigue es corregir algo que las medicinas no corrigen. En estos pacientes, los broncodilatadores no les abren los bronquios. A ellos les cuesta más respirar porque están con los pulmones más inflamados de lo normal porque no se esponjan. Pero ese pulmón hiperinsuflado puede mejorar algo ese hinchamiento que presenta con la implantación de los coils ya que proporcionan el rebote elástico que necesitan”, manifiesta Tirapu.

“El muelle se introduce estirado para poder meterlo a través de un catéter bastante estrecho que se lleva a la zona donde se va a depositar. Cuando se retira el catéter, el muelle se queda como anclado y recupera su forma original, como de bobina. Cuando recupera esa forma, lo que hace es tirar del tejido pulmonar y darle ese rebote elástico que ha perdido”, declara el neumólogo.

Dado el material con el que se fabrican, una aleación de titanio y níquel con la que se hacen muchos implantes biológicos o prótesis dentales, no hay rechazo. Sin embargo, puede existir riesgo de una mala colocación inicial “aunque se pueden recuperar y recolocar”. “El riesgo de la intervención es el que implica una anestesia general y una entubación, pero no es cirugía. El riesgo hemorrágico en pacientes que no están anticoagulados es bajo, pero existe”, reconoce Tirapu.

Por el contrario, la recuperación es muy rápida ya que apenas requiere 24 horas de ingreso. “Al día siguiente recibe el alta y puede hacer vida normal y después de despertar ya pueden notar algún efecto a pesar de que son pacientes graves”. Sin embargo, es complementario al tratamiento farmacológico y no evita el tener que tomar medicación.

A través de un catéter. El dispositivo se introduce con anestesia general, pero sin cirugía, a través de un catéter. Una vez dentro del pulmón, el ‘muelle’ recupera su forma original y da elasticidad al órgano.

Técnica reversible. Los ‘coils’ se pueden retirar en los primeros 30 días si se produce algún problema como la mala colocación. El rechazo no existe ya que están hechos de una aleación de titanio.

De alta a las 24 horas. La colocación de los muelles se realiza con anestesia general pero se suele dar de alta al paciente al cabo de 24 horas tras una noche siendo vigilado en el centro hospitalario.

En dos fases. A las seis u ocho semanas, los pacientes deben ser sometidos a un nuevo procedimiento en el pulmón contrario para conseguir mayor eficacia ya que pueden respirar mejor y con menos fatiga, logrando más calidad de vida.

Diez muelles. En cada intervención se colocan alrededor de diez muelles por pulmón, ya sea en el lóbulo superior o en el inferior.