TOKIO. El Gobierno de Japón ofrecerá un servicio de atención médica especial para los empleados que trabajan en las labores de desmantelamiento de la accidentada central nuclear de Fukushima Daiichi, informó hoy la cadena pública japonesa NHK.

El Ministerio nipón de Sanidad ha optado por llevar a cabo la medida ante el creciente número de operarios que desarrollan trabajos prolongados de descontaminación y limpieza en la planta del nordeste nipón, que actualmente ascienden a unos 6.000, el doble que hace dos años.

Las compañía propietaria de la central Tokyo Electric Power (TEPCO) y sus contratistas son los responsables de las revisiones médicas de los empleados.

Sin embargo, el Ejecutivo japonés espera que este nuevo servicio ofrezca otra vía para cubrir las necesidades de los trabajadores con problemas de salud, según detalló la cadena.

Sanidad enviará a principios de julio médicos y enfermeros públicos con conocimientos sobre radiación, un tema clave debido a la preocupación existente en esta materia.

Los profesionales ofrecerán también consejo para prevenir otros incidentes como golpes de calor y consecuencias de las altas temperaturas típicas del verano japonés, cuando los termómetros suelen superar los 35 grados con altos índices de humedad.

Trabajar en la accidenta central es una tarea de riesgo para la que escasean los candidatos, y TEPCO ha sufrido críticas en varias ocasiones por las condiciones laborales de sus empleados, la mayoría vinculados a hasta 800 subcontratas diferentes.

El pasado octubre el Gobierno reconoció el primer caso de cáncer de un empleado de la central de Fukushima, que lo desarrolló a raíz de su trabajo en las tareas emprendidas tras la catástrofe nuclear de 2011.

En un mes antes, en septiembre de 2015, otro exempleado presentó la primera demanda contra la compañía operadora por contraer cáncer a raíz de su exposición a una dosis excesiva de radiación.

Unas 44.000 personas han trabajado en el proceso para solventar la crisis nuclear y para desmantelar la planta, de los cuales al menos 170 quedaron expuestas a dosis de radiación que aumentan el riesgo de cáncer, según datos del Ejecutivo nipón, que recomienda chequeos médicos de por vida para la mayoría de estos operarios.