Gasteiz - Con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los pacientes con enfermedades circulatorias, la empresa Bilbomática, el Clúster Gaia y la asociación guipuzcoana de anticoagulados trabajan en el desarrollo de un sistema tecnológico que permita hacer seguimiento de la evolución clínica de pacientes con tratamiento de anticoagulantes orales. El enfermo anticoagulado es aquella persona que se medica para que la sangre no coagule con facilidad y, así, prevenir embolias cerebrales o trombosis venosas o arteriales.

En la actualidad existen en Euskadi más de 40.000 personas anticoaguladas que reciben tratamiento diario para mantener a raya su dolencia. A nivel estatal, en torno al millón de personas necesita este tipo de fármacos y once de cada cien mayores de 65 años lo toma. El 85% de estas personas se medica con el tratamiento conocido popularmente por su nombre comercial, Sintrom. Un fármaco que requiere controles periódicos cada 25-30 días como máximo para poder vigilar la coagulación. Y es que el veterano y económico medicamento tiene su talón de Aquiles; que se debe ir ajustando la dosis a las necesidades de cada paciente en función del tiempo que tarda en formarse un coágulo en la muestra de sangre que se recoge.

A juicio de Cristina Murillo, directora de Servicios de Gaia, que impulsa proyectos de I+D+i, “la iniciativa de crear esta herramienta de control surge porque se ha visto que existía la necesidad y por la tendencia hacia una sanidad más autónoma para el propio paciente. Este sistema permite hacer a los 40.000 vascos anticoagulados ese autocontrol desde su propio hogar con la certeza de que siempre va a haber un profesional revisando y ajustando la dosis adecuada del medicamento”. “Además de dar esa comodidad a la persona anticoagulada, estamos ahorrando visitas al sistema sanitario porque estamos quitando pacientes al centro de salud y contribuimos a que sea sostenible”, subraya.

control diario Todo ello con el añadido de que la prevalencia de las enfermedades objeto del tratamiento anticoagulante (TAO) no deja de crecer como resultado de las mayores tasas de hipertensión, diabetes, obesidad, o sedentarismo. Sin olvidar los factores genéticos considerados como factores de riesgo para padecer enfermedades del sistema circulatorio. En este contexto, el proyecto e-Coagutek busca lanzar un sistema que facilite el control diario de los niveles de coagulación, los ajustes de tratamiento y la información completa de la evolución de los enfermos. “Actualmente existe un prototipo y se está desarrollando la herramienta que, mediante la utilización de las nuevas tecnologías, permitirá a los profesionales y a los propios pacientes anticoagulados realizar el control diario de su tratamiento. Así podrán examinar el nivel de coagulación, ajustes, información completa de su evolución, factores causantes de las desviaciones, evaluación del tratamiento, riesgos etc...”, indica Cristina Murillo.

Con el apoyo de la SPRI, se ofrece una solución tecnológica para este tipo de pacientes y para los profesionales sanitarios en el cuidado de la salud. Una iniciativa que busca expandirse a toda la comunidad autónoma, al resto del Estado y por supuesto a nivel internacional “porque así será el propio enfermo el que gestione su enfermedad”, resume Murillo.