VITORIA - La oposición intentó ayer acorralar en el Parlamento Vasco la gestión de Osakidetza, que logró salvar los muebles. En un debate monográfico celebrado a propuesta de EH Bildu, sobre la garantía de calidad, equidad y universalidad del sistema público de salud en Euskadi, se examinó al servicio vasco, que fue defendido a ultranza por el consejero Jon Darpón quien destacó que ha permanecido indemne ante los recortes sanitarios impulsados por el Gobierno central en materias como el copago farmacéutico, la universalidad de la atención sanitaria o la contratación de personal.

Tras el debate, los grupos presentaron un total de 81 propuestas de resolución de las que fueron aprobadas 56. Entre ellas, una del PP en la que se pide al Gobierno que se informe a los ciudadanos de la situación en cada momento de las listas de espera quirúrgicas y de los tiempos medios de retardo en cada especialidad. También se solicita que, respetando la Ley de Protección de Datos, se posibilite el acceso telemático de cada paciente a su situación dentro de esas listas.

A propuesta del PSE-EE, el Parlamento reclamará a Salud que incorpore los nuevos tratamientos curativos a todos los pacientes afectados de procesos para los que hasta la fecha eran tratados con medicamentos paliativos, así como que implante un plan de diagnóstico precoz de hepatitis C al colectivo de población que presenta factores de riesgo de contagio.

En este sentido, ayer se dio a conocer que Osakidetza ha tratado a 2.477 enfermos con los nuevos tratamientos antivirales. Al hilo de las críticas vertidas por las plataformas de afectados por esta enfermedad, se comunicó que solo en lo que va de año, se han tratado 799 casos, el 54 % de ellos considerados enfermos graves.

Entre las resoluciones aprobadas a propuesta de EH Bildu figura una que solicita a Salud que inicie una “negociación política” para ampliar las plazas de las Ofertas Públicas de Empleo actuales. También en materia de personal, se aprobó una propuesta del PNV en la que anima al Gobierno Vasco a “seguir dotando a Osakidetza de los recursos humanos y medios económicos necesarios para garantizar el derecho a la protección de la salud, ofreciendo una cobertura pública universal”.

En el debate intervino el consejero de Salud, Jon Darpón, quien realizó una encendida defensa del sistema sanitario y de sus bonanzas, apoyado en el hecho de que según el último barómetro del Ministerio de Sanidad, el 80,9% de los vascos considera que los servicios sanitarios públicos funcionan bien o bastante bien, frente al 63,7% de la media en el Estado. Destacó el valor de los profesionales del sistema público y contrapuso datos de Osakidetza con la media del Estado, por ejemplo, en médicos especialistas por cada mil habitantes, 2,22 en Euskadi frente a 1,78 de media en España (el 24,7 % más), y de enfermeras hospitalarias, de 4,10 frente a 3,04 (el 34,9 % más).

Mientras tanto, Rebeka Ubera (EH Bildu) dibujó una gris radiografía de Osakidetza esta legislatura, que ha abierto “de par en par las puertas a la privatización y en la que el PNV se ha sentido cómodo con la austeridad y la política centralizadora del Gobierno español”. Ubera denunció el aumento de la temporalidad en la plantilla, hasta el 30%, y que desde 2011 se hayan destruido al menos 3.000 puestos de trabajo.

Por su parte, Kerman Orbegozo (PNV), defendió que esta legislatura “no se ha privatizado un solo servicio en la empresa más grande de Euskadi”.