Toledo - La extinción del incendio de neumáticos en Seseña (Toledo) continúa aunque la gravedad de la alerta bajó y se levantó la orden de evacuación de los habitantes de la urbanización El Quiñón, pese a lo cual los pocos vecinos que han vuelto a su casa lo han hecho para recoger ropa y volver a irse. Hoy es fiesta local en Seseña, que se ha pasado al lunes, con lo que hasta el martes no habrá colegio ni actividad laboral habitual en el municipio, lo que da más tiempo a recuperar la normalidad en la zona, explicó el alcalde, Carlos Velázquez.

“El incendio va de maravilla, y lo digo así quizá porque nos habíamos puesto en lo peor”, aseguró, aliviado, el alcalde, que ayer pudo entrar en la zona de los neumáticos y comprobó que se han “salvado” un 30% de las ruedas acumuladas gracias a los dos cortafuegos que se realizaron el viernes. Añadió que si a media tarde del viernes “parecía que no se iban a poder contener las llamas, cambió la situación y ojalá que siga igual”.

Ayer a las 09.20 horas el Gobierno de Castilla-La Mancha redujo la gravedad del incendio del nivel 2 al 1, y también por la mañana la Comunidad de Madrid rebajó a 0 su nivel de alerta y retiró el puesto de mando que tenía en la zona.

La nube de humo sigue, pero ya no se ve desde otros municipios de la comarca, y es más blanco y menos dañino para la población que el que se veía ayer, según el consejero de Hacienda y Administraciones Públicas de Castilla-La Mancha, Juan Alfonso Ruiz Molina. Además, la evacuación ordenada el viernes no fue tan numerosa como en principio se había previsto y solo requirieron alojamiento durante la noche 60 vecinos de El Quiñón (18 menores y 42 adultos), de los que 52 fueron alojados en el polideportivo de Seseña Viejo.

La Guardia Civil ha establecido, no obstante, un dispositivo de vigilancia en El Quiñón para evitar robos en las viviendas durante el tiempo que están desalojadas, según explicó el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, José Julián Gregorio.

También la pasada mañana el rey conversó por teléfono con el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, para conocer la última hora del incendio de Seseña e interesarse por los vecinos, y el presidente autonómico trasladó al monarca el correcto funcionamiento de los protocolos de emergencia.

En la urbanización El Quiñón el panorama es de supermercados cerrados, bares con las persianas bajadas y calles sin coches aparcados y casi sin gente por las aceras. Los pocos vecinos a los que se ha visto en la urbanización han acudido a recoger ropa para pasar otra noche fuera de casa, y el comentario generalizado de todos es que “se venía venir” esta catástrofe en un cementerio que acumulaba 5 millones de ruedas.

En el ámbito político han surgido las primeras diferencias entre el PSOE y el PP después de que el expresidente de Castilla-La Mancha José María Barreda (PSOE) haya dicho que durante su mandato prohibieron y clausuraron el almacén “ilegal” de neumáticos de Seseña, pero después, con “otra presidenta” -en referencia a María Dolores de Cospedal-, “no se hizo nada”. La portavoz del PP de Castilla-La Mancha, Carmen Riolobos, le ha respondido acusándoles a él y a García-Page de “cínicos, mentirosos e irresponsables”. - Efe