vitoria- Un tercio de los escolares que el año que viene entrarán en el sistema educativo vasco ha marcado la x de la asignatura de Religión. Según los datos de prematriculación que maneja el Gobierno Vasco, el Departamento de Educación ha recibido 5.991 solicitudes para que sus hijos e hijas de dos años estudien Religión en centros públicos y concertados el curso 2016-2017, lo que supone un 36,46% del total. La demanda se mantiene prácticamente igual que este curso, en el que 6.053 familias se han decidido por esta opción, un 36,98% del total.

Estos datos reflejan que el debate reavivado por la Lomce no ha tenido el efecto esperado por el Ministerio de Educación en las preferencias de las familias vascas, tal como ha quedado patente este curso en el que ha entrado en vigor el nuevo currículum de la asignatura de Religión que pasa a ser -junto a su alternativa Valores Culturales y Sociales en Primaria y Valores Éticos en Secundaria- optativa y evaluable. Su calificación contará para la nota media en el expediente del estudiante e influirá para obtener una beca. Según los últimos datos facilitados por el Gabinete de Cristina Uriarte, seis de cada diez de los 35.356 estudiantes que este año han comenzado el ciclo (1º de Primaria, 1º de ESO y 1º de Bachillerato) han optado por estudiar la alternativa, frente al 36% que está cursando Religión.

Al contrario que en el resto del Estado donde la matrícula en Bachillerato ha experimentado un fuerte repunte de hasta el 150% en comunidades, como Madrid, en Euskadi se ha reducido unas décimas. Según declaró la consejera de Educación a este periódico a principios de curso, de los 15.012 alumnos que este año estudian Bachillerato en la red pública, solo 1.309 hacen Religión. Representa un 8,7% de los estudiantes del ciclo, frente al 9% de los que marcaron esta optativa el curso anterior. A tenor de estos datos, los bachilleres vascos no se han dejado arrastrar por facilidad para aprobarla y encontrar así una vía rápida para subir la nota media.

Una ‘maría’ Por los pasillos de cualquier centro escolar Religión es conocida como una asignatura maría. Y los datos oficiales así lo confirman. Según el último informe elaborado por el servicio de Inspección de Educación sobre los resultados académicos logrados por el alumnado vasco el curso pasado, Religión es junto con Educación Física la maría del plan de estudios. No en vano, su índice de aprobados nunca baja del 95%. Según dicho estudio, el cien por cien de los escolares de los seis cursos de Primaria aprobó la asignatura menos en quinto, donde la tasa de aprobados fue del 99%. En el otro lado de la balanza, en el de las asignaturas hueso de este ciclo, destacan los idiomas. Euskera, Lengua Castellana e Inglés son las materias que más suspensos cosechan, junto con Matemáticas en 6º de Primaria que registró una tasa de aptos del 89%.

En la etapa de Secundaria el panorama respecto a Religión no varió mucho, con un índice de aprobados que no bajó en ningún curso del 96%. Lo que sí cambió fueron las asignaturas más duras. A los idiomas se unieron Física o Ciencias Naturales con tasas de suspensos del 85% en 3º de ESO, por ejemplo. El informe de la Inspección educativa no recoge los resultados de Religión en Bachillerato.

A pesar de que el Currículum Vasco del Plan Heziberri 2020 aprobados por el Gobierno Vasco ha recortado un 33% las horas de Religión en el conjunto del sistema educativo, los decretos autonómicos abren la puerta a que se pueda ofertar en 2º de Bachillerato, es decir, en el curso preparatorio para la Selectividad. Esta medida ha causado gran malestar entre los sectores que defienden la laicidad de la escuela pública vasca. Entre otros motivos, porque la inclusión de religión como optativa resta 70 horas a otras materias troncales y optativas como Matemáticas, Biología o Geografía.