TORONTO. El método, que cuenta con financiación de Canadá y consiste en la colocación de "ovillantas" (trampas hechas de neumáticos usados que capturan los huevos depositados por los mosquitos hembras), ha sido probado en una remota zona del Petén guatemalteco con resultados más que prometedores, según el investigador mexicano Gerardo Ulibarri.

En un estudio dado a conocer hoy, Ulibarri y sus dos colaboradores, Ángel Betanzos y Mireya Betanzos, del Instituto Nacional de Salud Pública de México, indicaron que en un periodo de 10 meses recogieron y destruyeron 18.100 huevos de Aedes al mes en siete vecindarios de la localidad guatemalteca de Sayaxché.

Esta cifra es casi siete veces superior a los 2.700 huevos recogidos mensualmente utilizando métodos tradicionales.

Además, el método de las ovillantas desarrollado por el doctor Ulibarri, que es profesor asociado de la Universidad Laurentian de Canadá, es un tercio más barato que la destrucción de larvas de mosquito en lagunas naturales o un 20 % más barato que utilizar pesticidas para destruir los insectos adultos.

Ulibarri explicó que el método para recoger y destruir los huevos del Aedes es una adaptación del desarrollado en la Universidad Laurentian para combatir en el país la expansión del virus del Nilo Oeste que también es transmitido por mosquitos.

En el caso del sistema ideado por Ulibarri, la trampa para capturar los mosquitos está hecha de neumáticos usados porque "las llantas son el 30 % de los contenedores que los mosquitos Aedes eligen para reproducirse. Además, hay una gran cantidad de neumáticos usados disponibles en Guatemala y este uso las recicla".

El neumático es cortado por la mitad y en cada semicírculo se instala una válvula.

El interior de la llanta se rellena con una líquido desarrollado por la Universidad Laurentian con feromonas para atraer a los mosquitos hembras, en el que flota un flotador de papel o madera en el que se depositan los huevos.

Ese flotador es retirado dos veces a la semana para analizar los huevos depositados y destruirlos. Y el líquido es filtrado a través de la válvula instalada en el neumático y vuelto a depositar en el interior de la trampa.

Los resultados obtenidos por Ulibarri en la localidad guatemalteca de Sayaxché son muy prometedores, aunque, como señalaron tanto el propio investigador como el doctor Peter Singer, director del organismo Grand Challenges Canada (GCC) que ha financiado el proyecto, también son preliminares y anecdóticos.

"Durante el periodo que utilizamos las ovillantas, en Sayaxché no se dio ningún caso de dengue mientras que en las localidades cercanas, como La Libertad o Las Cruces, hubo bastantes casos de esta enfermedad", declaró Ulibarri.

El experto también señaló que gran parte del éxito del método es el reciclado del líquido con feromonas que atrae a los mosquitos hembras a la trampa.

"En otras trampas similares, el líquido se desechaba cada vez que se recogían los huevos. Pero al reutilizarlo, la solución es cada vez más potente y su capacidad para atraer mosquitos aumenta", dijo el investigador mexicano.

El doctor Singer cree que el método de Ulibarri tiene un gran potencial para controlar la población del Aedes y ayudar a combatir las enfermedades que transmite, como el dengue o el zika.

"El próximo paso -explicó- es que el método y los resultados sean revisados por otros investigadores. La relación entre las ovillantas y la inexistencia de casos de dengue en Sayaxché es de momento anecdótica. Pero definitivamente es un señal muy prometedora".

"Ahora estamos discutiendo con el doctor Ulibarri sobre su experimentación en otros lugares. GCC está muy interesado en este método", añadió Singer.

Ulibarri agregó que otras zonas del departamento guatemalteco de Petén han expresado mucho interés en utilizar las ovillantas y que está planeando su uso en las localidades de Las Cruces y la Libertad, así como en comunidades del sur de México.