Bilbao - “Nuestra posición siempre ha sido clara, estamos en contra de la Lomce, estamos totalmente en contra de las reválidas, como trasmití al ministro cuando tomó posesión del cargo. Y desde luego, las reválidas siguen siendo una línea roja para este Gobierno. Por tanto, el ministro De Vigo no nos va encontrar como compañeros de viaje”. Así se contundente se mostró ayer la consejera vasca de Educación, Cristina Uriarte, a la hora aclarar la postura que el Gobierno Vasco defenderá en la ronda de contactos que el Ministerio de Educación iniciará a finales de semana con las Comunidades Autónomas para definir las reválidas de ESO y Bachillerato de la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (Lomce), que los alumnos tendrán que aprobar para obtener el título de las dos etapas. La de Bachillerato, según el calendario Lomce, debería sustituir en 2017 a la Selectividad.
En declaraciones a DNA, la consejera Uriarte reiteró ayer el rechazo que su Gabinete mantiene contra la Lomce y subrayó que carece de sentido que el Ministerio de Educación, rompa el compromiso adquirido en agosto de aplazar sine die los decretos que regularán las reválidas, y decida relanzar ahora el proceso habida cuenta de su falta de apoyos. “Con un Gobierno en funciones, con una comunidad educativa y muchas comunidades autónomas en contra de la Lomce, no tiene mucho sentido intentar seguir avanzando en el desarrollo normativo de la Lomce”, dijo, Uriarte. Este malestar quedó patente en la Comisión General de Educación celebrada ayer mismo y en la que la mayoría de las comunidades querían poner sobre la mesa las consecuencias negativas que ya está teniendo la reforma educativa.
Uriarte lanzó un mensaje de tranquilidad respecto a la cuestión de fondo que mantiene en vilo a los institutos y a miles de estudiantes vascos que este año están cursando primero de Bachillerato: ¿Habrá reválida en 2017 o se mantendrá la Selectividad? Según el calendario de la Lomce, la evaluación final de la ESO correspondiente a la convocatoria que se realice en el año 2017 no tendrá efectos académicos.
La primera evaluación final de Bachillerato se realizará al finalizar el curso 2016-2017 al alumnado que haya cursado 2º de Bachillerato y no tendrá efectos académicos -no será necesario superarla para obtener el título de Bachiller-, aunque sí se tendrá en cuenta para el acceso a la universidad. El debate sobre la evaluación final de Bachillerato, que sustituirá a la Selectividad en 2017, se reanudó hace dos semanas cuando la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE) solicitó en un comunicado al ministerio una moratoria de un año para poner en marcha esta prueba. Los dirigentes universitarios alertaron de que podría provocar “inseguridad jurídica” en los alumnos que cursan ahora primero de Bachillerato y que el año que viene se tienen que someter a la nueva evaluación.
En este sentido, la titular vasca de Educación señaló: “A día de hoy no hay nada sobre las reválidas de ESO y Bachillerato, por tanto, no hay una regulación más allá de la letra de la propia ley. Es decir, no hay nada, y nosotros siempre hemos estado totalmente en contra de las reválidas, sobre todo de pruebas cuyos contenidos sean impuestos desde Madrid”. Aun así, reconoció la necesidad de abordar la cuestión de las pruebas de acceso a la universidad a medio plazo. “Nosotros seguimos desarrollando nuestro sistema educativo, nunca hemos planteado nada de reválidas en esos términos y habrá que ver qué pasa con la Selectividad, algo que tenemos que trabajar con la universidad y con los propios centros”, dijo.
Uriarte efectuó estas declaraciones tras la visita que realizó a la planta que Bridgstone tiene en Basauri, por la que han pasado 100 jóvenes en prácticas desde 2015. El encuentro con los estudiantes se produjo horas antes de que la mayoría de la oposición del Congreso de los Diputados, con la abstención de Ciudadanos, aprobase tomar en consideración la proposición del PSOE para la suspensión del calendario de la Lomce y su derogación posterior. La consejera vasca saludó la iniciativa que contó con el respaldo de los grupos vascos de PNV y EH Bildu.
No obstante, Uriarte sudó sobre la efectividad real de la medida adoptada ayer en Madrid. “Yo creo que por mayorías saldrá adelante en el Congreso, otra cosa es el recorrido que pueda tener dada la situación de Gobierno en funciones en la que nos hayamos, que tiene que pasar por el Senado con mayoría absoluta del PP y sin saber si hay que ir a unas nuevas elecciones”. Lo que está claro, afirmó, “es que este impasse en el que nos mantiene el Estado ha sumergido a la comunidad educativa en una situación de inestabilidad”.