VITORIA - La colaboración -complicidad incluso- a todos los niveles puesta en práctica en los últimos años entre la Ertzaintza y las Policías Municipales se afianza como la principal barrera de contención contra la delincuencia en la Comunidad Autónoma Vasca. Los planes de prevención diseñados de forma específica para cada demarcación -en función de la realidad social y de las circunstancias locales- y activados de forma conjunta por los agentes “ha contribuido de manera eficaz a reducir el número de delitos”, describió ayer la consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia.

Según los datos aportados, a lo largo del pasado 2015 se contabilizaron 83.996 infracciones penales, un 3,2% menos (2.787) que durante 2014. Pero es que además, esa tendencia a la baja presenta una caída desde 2012 (cuando se computaron 90.653 delitos) hasta alcanzar este pasado ejercicio la tasa de delincuencia más baja de la última década: 38,37 delitos por cada mil habitantes frente a los 41,6 de 2012, detalló Beltrán de Heredia durante su comparecencia en la Comisión de Seguridad del Parlamento Vasco.

La consejera de Seguridad también quiso poner en valor la aportación fundamental de los equipos de investigación y recogida de evidencias para consolidar esa labor de prevención. No en vano, y a pesar de que la cifra total de delitos e infracciones denunciados en la CAV haya experimentado ese descenso, el número de expedientes de investigación abiertos ha crecido pasando de 15.355 durante 2014 a 17.082 a lo largo del pasado año 2015. “Se incrementa en un 3,6% las personas inculpadas”, apostilló a este respecto Beltrán de Heredia, un hecho a destacar teniendo en cuenta sobre todo esa mengua en la tasa de delincuencia.

En este sentido, destacó el proceso de comunicación transversal (en horizontal y en vertical, interno y externo) que orienta las labores de prevención y acción tanto de la Ertzaintza como de las Policías Municipales y que se antoja como básico para mejorar la capacidad de actuación contra la delincuencia. “Ese trabajo se realiza entre agentes de seguridad ciudadana, investigación y en las oficinas de inteligencia”, indicó la consejera al tiempo que subrayó que “indudablemente” la reducción general de infracciones y delitos “es el productos de un trabajo que va en buena dirección y que tenemos que seguir mejorando”.

Así, Beltrán de Heredia insistió en la “notable mejora” experimentada en los últimos tiempos en la coordinación y colaboración entre Ertzaintza y Policías Locales. Un hecho que ha servido para poder integrar en los planes de prevención y acción los datos recogidos por las Policías Municipales con el fin de disponer de “un mapa más exacto de la realidad delincuencial de Euskadi”, sostuvo. Otra consecuencia de esa complicidad entre cuerpos policiales vascos es la oportunidad de diseñar primero y ejecutar después esos protocolos de prevención y acción conjunta contra la delincuencia adaptados a las realidades y al entorno más cercano.

Eficiencia e investigación Todo ello, enfatizó la consejera de Seguridad del Gobierno Vasco, “ha permitido ganar en eficiencia contra la delincuencia”. “Si importante es la prevención, también lo es la investigación de los delitos que se cometen y para eso tenemos a grupos de especialistas recogida de indicios. La mejora de los trabajos de investigación y la dedicación de los equipos de toma de evidencias facilitan que los resultados en inculpaciones sean positivos”, remató Beltrán de Heredia.

Por ejemplo, y como añadió la consejera, gracias a esas labores ha sido posible desechar la posibilidad de que en la geografía vasca actúe una banda organizada dedicada a la sustracción de vehículos; una modalidad de delito que a lo largo de 2015 (8.087 denuncias presentadas) sufrió un considerable incremento (+34%) en comparación con el año anterior. Tal y como explicó Beltrán de Heredia, por los trabajos de investigación realizados “se descarta” la presencia de organizaciones especializadas en robos de vehículos. Más bien, agregó, “se trata de coches que se sustraen para la comisión de otros delitos o para el transporte de mercancías robadas”.

En cualquier caso, la consejera de Seguridad quiso dejar claro que durante 2015 se acentuó la reducción de los delitos e infracciones que “mayor alarma social y percepción de inseguridad generan” como son los robos con violencia o en domicilio, considerados “estratégicos” no solo por los cuerpos policiales vascos sino también por los europeos. De hecho, y en términos generales, el descenso se produjo en los tres Territorios Históricos, las tres capitales y las principales urbes debido en buena medida a esos trabajos de investigación y a los mencionados protocolos de colaboración entre Ertzaintza y Policías Municipales.

La mayor quita delictiva se localizó en Bizkaia (-4,15%), seguida de Gipuzkoa (-2,21%) y Araba (-1,26%). Lo mismo sucede con las tres capitales, encabezadas en este caso por Donostia (-8,80%), seguida de Bilbao (-1,14%) y de Gasteiz (-0,47%). El resto de los principales núcleos urbanos tuvieron una tendencia similar: Irún (-11,37%), Barakaldo (-9,62%) y Getxo (-3,99%). Con este escenario, la reducción de los niveles delictivos de la CAV se consolida.

Delitos estratégicos Si en 2014 la bajada de las infracciones fue de un 2,29% respecto al año anterior, en 2015 la tendencia decreciente se ha acentuado al llegarse al 3,21%. Y si hace seis años, la tasa de delincuencia se situaba en 42,76 delitos por cada mil habitantes, en 2015 se redujo a 38,37. Este descenso, como indicó la consejera, fue especialmente patente en delitos que generan alarma social -robos violentos o en viviendas-, que disminuyeron de manera considerable.

Así, en el ámbito de las infracciones contra el patrimonio, que suponen casi tres cuartas partes (74%) del total, 2015 se cerró con una leve disminución (-0,76%), si bien la reducción fue más notoria en el caso de los robos (-12,29%) y, dentro de estos, en los robos con fuerza en viviendas (-21,13%) que decrecieron en los domicilios (-29,66%) y en trasteros y anexos (-10,98%).

También bajaron los robos con violencia o intimidación (-10,49%), mientras que en el apartado de los que aumentaron figuran las estafas (+21,57%), en este caso, atribuible a las nuevas tecnologías, ilustró Beltrán de Heredia, aunque curiosamente, los timos más tradicionales -tocomocho, billetes tintados y falsas revisiones de gas- siguieron teniendo presencia en la relación de delitos durante 2015.

Durante 2015 la Ertzaintza registró un total de 184 delitos de odio, lo que supone “casi un 50% más que en 2014”. Beltrán de Heredia aseguró que este aumento “no necesariamente se corresponde con un incremento” de esta actividad delictiva, sino que se debe a que existe una mayor concienciación en la sociedad que “anima a que estos casos se denuncien más”. Además, explicó que desde 2013 la Ertzaintza “visualiza” también este tipo de delitos si observa motivaciones de intolerancia detrás de otras infracciones y los registra como tales, e indicó que la última modificación del Código Penal también ha contribuido a hacer más visible este delito.

Tal y como explicó la consejera de Seguridad, los resultados de 2015, con un aumento de las detenciones y de las investigaciones, “no serían factibles si los agentes no trabajaron con dedicación y profesionalidad” y quiso diferenciar entre “conflictividad laboral y sindical”. Así, Beltrán de Heredia dijo que no hay una queja “manifiesta” de la Fiscalía sobre el funcionamiento de las Unidades de Investigación de la Ertzaintza sino que el fiscal superior, Juan Calparsoro ha recogido las quejas de los sindicatos. En abril espera que Calparsoro traslade “sus preocupaciones o las que le han hecho ver” ErNe y ELA.

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En lo que se refiere a homicidios consumados, el año 2015 se cerró con un ligero aumento en relación con el año anterior, pasándose de 10 a 11. No obstante, todos quedaron esclarecidos.