MADRID - El director ejecutivo de Unicef, Anthony Lake, expresó ayer su preocupación por la situación de los más de 100.000 refugiados, muchos de ellos niños, que han llegado a Grecia este año y por el aumento del riesgo de que estos menores sean víctimas de trata o abusos.

Lake viajó a España la semana pasada para participar en el World Mobile Congress de Barcelona y ser nombrado doctor honoris causa por la Facultad de Educación de la Universidad Camilo José Cela en Villanueva de la Cañada (Madrid). Recordó que recientemente leyó que al menos 10.000 menores refugiados, que viajaban solos, habrían desaparecido nada más llegar a Europa, pero aseguró que nadie sabe cuál es el número de niños desaparecidos y espera que los Gobiernos puedan determinar este dato. “Lo trágico es que no sabemos cuál es el número de niños desaparecidos. Algunos están desaparecidos porque están siendo separados de sus familias y nosotros trabajamos para que vuelvan a reunirse. Otros son víctimas de trata y de abusos”, apuntó.

Señaló que dos niños mueren cada día, de media, cruzando el Mediterráneo desde Turquía a Grecia y estimó que con las nuevas “restricciones” impuestas en las fronteras de Austria y varios países de los Balcanes al paso de los refugiados, unas 10.000 personas, muchas de ellas menores, se quedarán atrapadas en los caminos hacia el norte del continente. En su opinión, el cierre de las fronteras en los citados países europeos empeorará el problema porque aumentará la presión sobre Grecia, donde la situación es crítica. Esto tendrá implicaciones para Italia o España, ya que cuando Grecia tenga menos capacidad de acogida, los refugiados se moverán hacia estos países.

dificultades en grecia El país heleno trabaja a contrarreloj para ampliar su capacidad de acogida y albergar a los miles de refugiados que continúan a la espera de entrar en Macedonia. La frontera griega abre y cierra de forma intermitente y el aumento de los controles, que exige presentar un pasaporte o documento de identidad, ha ralentizado el cruce. El ministro de Migración, Yanis Muzalas, afirmó ayer que Grecia ha presentado un plan de contingencia a la Unión Europea para acoger a los cerca de 22.000 refugiados que están ahora mismo en varios puntos del país y señaló que en un mes la cifra puede llegar hasta las 70.000 personas.

Muzalas explicó que se crearán nuevos centros de acogida temporal. Además, el ministro incluso habló de que no sería una “tragedia” si, llegado el momento, Grecia tuviese que declararse “en estado de emergencia”, ya que eso permite realizar contrataciones de personal -muy restringidas debido al programa de rescate- y aseguró que los servicios de protección civil elaboran “planes” por si se produjese.

Durante el rezo del Angelus de ayer, el Papa también se manifestó al respecto y reclamó una respuesta coral a través de acuerdos implementados “con decisión y sin reservas” que distribuya de manera ecuánime el peso en el drama de los refugiados. Además, destacó el papel de Grecia y de otros países que están “en primera línea” de la ayuda. - Efe/E.P.