Donostia - El grupo de cristianos de Gipuzkoa Eutsi Berrituz lamentaba ayer que, después de seis años de ministerio pastoral en la Diócesis de Donostia del obispo José Ignacio Munilla, la Iglesia de Gipuzkoa “no está mejor que antes, al contrario, ya que está como sin vida” y además, está “dividida y cada uno anda por su lado”. Representantes de la plataforma Eutsi Berrituz alertaban de que la situación que se vive “es realmente de abandono y descuido” al tiempo que manifestaban que muchas personas laicas que están trabajando “con gran compromiso en la actividad pastoral” también viven “con preocupación y disgusto la situación”, así como “algunas personas que trabajan en las estructuras diocesanas”.

El colectivo señalaba, en un comunicado, que con los anteriores obispos “también existían ciertas discrepancias”, pero incidían en que “se mantenía con aquellos una innegable sintonía que ahora no se percibe. José Ignacio Munilla no es la Iglesia de Gipuzkoa”, subrayaban desde Eutsi Berrituz. Asimismo, destacaron que el modelo de Iglesia que el Concilio Vaticano II y el Papa quieren, y que muchas personas de la Iglesia de Gipuzkoa desean “no es el modelo que Munilla quiere impulsar”.

A juicio de los integrantes de esta plataforma, con la “ligereza de sus actitudes y mensajes” el prelado donostiarra “pierde credibilidad y autoridad” y, además, “daña a la Iglesia de Gipuzkoa haciéndole perder el prestigio que tenía”. En el documento, Eutsi Berrituz considera que la situación de la Diócesis guipuzcoana es “preocupante” y se pregunta si ésta no tiene “derecho a vivir en una situación más normalizada”.

“Tomar medidas” En su opinión, las altas jerarquías de la Iglesia “tienen conocimiento de la situación pero no han hecho nada hasta ahora. Viendo que pasan los años y que no llega la paz a esta Diócesis, alguien debería tomar medidas”, remarcaban. Asimismo, el colectivo cristiano insistían en que no está de acuerdo con “todo lo que dice y hace José Ignacio Munilla” y resaltaban que la Iglesia de Gipuzkoa “es diversa” y que la del obispo de Donostia “no es la única e indiscutible voz de la diócesis”.

En ese sentido, Eutsi Berrituz se refería a diferentes mensajes expresados por Munilla en este tiempo que, en muchos casos, han sido a su entender “subjetivos y erróneos”, como pueden ser la valoración que realizó el prelado sobre el último documento del Sínodo de la Familia. “El señor Obispo, responsable de ser luz y maestro de la Diócesis en temas de fe y moral, necesitaría manifestarse con mayor prudencia”, sostenían desde este colectivo.

Eutsi Berrituz también se refirió a las manifestaciones de Munilla acerca de los refugiados tras los atentados de París donde “llegó a defender la necesidad de una intervención militar de Occidente contra el fundamentalismo islámico. Consideramos que es un error tratar así un problema tan complejo y creemos que el suyo fue un discurso inconsistente y muy peligroso”, zanjaban. - E.P.