vitoria - No es el primer informe que lo dice, ni el único que trata de desmontar prejuicios en torno al coste social y económico de los inmigrantes. Pero aún así hay estereotipos que persisten y que solo las cifras pueden combatir: un estudio sobre el impacto económico y demográfico de la población extranjera en Euskadi elaborado por Ikuspegi evidencia que los inmigrantes generan más ingresos a las arcas públicas vascas que gasto al sistema de bienestar.
Este informe del Observatorio Vasco de Inmigración hace una comparación entre los niveles de ingresos y gastos imputables al colectivo de personas extranjeras que reside en Euskadi en 2008, cuando aún vivíamos una situación de bonanza económica, y en 2012, de forma que la comparativa permite evaluar los efectos de la crisis. Según los datos de Ikuspegi, el saldo final del impacto económico de la inmigración es positivo tanto en 2008 como en 2012, ya que los ingresos para estos dos años son superiores al gasto que se realiza en este colectivo: más de 71 millones de euros en 2008 y 38 millones cuatro años más tarde. El informe contradice las percepciones de un porcentaje importante de la población que en las diferentes ediciones del Barómetro sobre actitudes hacia la inmigración -elaborado también por Ikuspegi- señalan que la población inmigrante de origen extranjero recibe más de lo que aporta.
El análisis del gasto -estimación económica que supone del uso de los diferentes servicios del sistema de bienestar vasco, excluyendo las pensiones- y los ingresos -aportación económica a las arcas de la administración pública a través de impuestos y cotizaciones sociales- de los inmigrantes arroja unas conclusiones que desmienten la idea de que los extranjeros hacen un uso exagerado o desproporcionado de los servicios sanitarios, educativos y asistenciales. No obstante, Ikuspegi destaca que “el impacto de la crisis económica sobre el colectivo de nacionalidad extranjera se refleja claramente en el aumento de la cuantía que reciben en el concepto de prestaciones económicas y servicios sociales, lo que apunta a que es uno de los colectivos que más ha sufrido el impacto de la crisis”.
De hecho entre 2008 y 2012 el gasto en prestaciones económicas y servicios sociales para los inmigrantes prácticamente se duplica, con un aumento del 100%, mientras que el incremento para el total de la población es del 26,4%. “La comparación de esta tendencia con la evolución del total de población muestra cómo el gasto imputable a la población de nacionalidad extranjera ha aumentado de manera más intensa. Esta diferencia obedece principalmente a una mayor situación de vulnerabilidad social del colectivo extranjero, lo que explica el fuerte aumento en materia de prestaciones, pero también al importante aumento de población de nacionalidad extranjera lo que supone una mayor participación en los diferentes sistemas de bienestar”. Aun así, en 2012 el gasto per cápita en los diferentes servicios y prestaciones del estado del bienestar es superior para una persona de nacionalidad española (3.947 euros de gasto medio por persona) que para una extranjera (3.906 euros). “Este hecho se explica, en gran parte, -dice el informe- por el relevante gasto que se hace en ciertas partidas en las que la población extranjera tiene muy poco peso, como la sanidad, las prestaciones para la dependencia o incluso la educación superior”.
El análisis de los ingresos generados por los inmigrantes revela que la aportación estimada de la población extranjera a las arcas públicas en 2008 fue de 443 millones de euros, lo que representa un 3,1% del total. En 2012 los ingresos aumentan en 190 millones de euros, situándose en los 631 millones, lo que representa un 4,2% del total. “Por lo tanto -dice Ikuspegi- a pesar del fuerte impacto de la crisis económica, la población de nacionalidad extranjera genera un mayor número de recursos económicos para la administración pública en comparación al gasto que le supone por el uso de los diferentes sistemas de bienestar y protección social”. En términos absolutos, el incremento de los ingresos por parte de la población extranjera se debe principalmente al aumento en la recaudación por IRPF (+88 millones) y cotizaciones sociales (+68 millones).
Ingresos y gastos. En 2008 el colectivo extranjero en la CAV generó un gasto de 372 millones de euros y unos ingresos de 443 millones. En 2012 esas cifras fueron de 593 y 631 millones, respectivamente.
Saldo. En 2008, el saldo positivo superó los 71 millones de euros y en 2012, los 38 millones. Por lo tanto, el efecto de la crisis ha disminuido el diferencial positivo en 32 millones de euros.
Prestaciones. En 2008 la población extranjera suponía el 7% del gasto total en prestaciones y servicios sociales, el 3,2% en sanidad y 3,4% en vivienda. En 2012, el gasto en vivienda aumenta al 13,4% y en prestaciones y servicios sociales al 11,2%.
Población. Ikuspegi destaca que “desde una perspectiva demográfica, el impacto de la inmigración ha sido positivo en todas sus dimensiones”.
‘Impacto socioeconómico de la inmigración en la CAPV’ ha sido elaborado por Arkaitz Fullaondo, Maite Fouassier, María José Martín e Iraide Fernández. La investigación se ha realizado a lo largo de 2014 y 2015 con datos de 2008 y 2012.