es la temperatura que tendremos en la cruz del Gorbea este próximo martes y que generará que en las capitales vascas del Sur veamos nieve y en las del Norte granizadas, una forma brusca de llegar el invierno tras un otoño larguísimo.

Y es que ya era hora de que hiciera el tiempo que tiene que hacer cuando estamos en esta época, aunque qué a gustito hemos andado, tanto en noviembre, cuando habitualmente suele descolgarse alguna ola fría, en diciembre, que con sus vientos sures nos ha permitido disfrutar en la calle de las fiestas, en un enero también cálido, y hasta ahora en un febrero algo lluvioso y ventoso pero sin frío? hasta ahora que nos entra el duro invierno.

Si el invierno sólo se quedara el tema en lo meteorológico, pues asumido está y en peores nos hemos visto, pero es que el invierno nos ha llegado en febrero por todos los lados. Corrupción y chanchullos a go-go, el pasado miércoles los primeros 16 minutos del telediario fueron sobre temas de corrupción, una pasada. Valencia con todo el PP encausado (menos, mágicamente, la senadora y máxima responsable durante años de esta formación), el caso Nóos, sedes del PP registradas, concejales de Ciudadanos destituidos y hasta, presuntamente, empresas aquí implantadas pactando precios y repartiéndose el pastel de los comedores para ganar más dinero. Vamos, que aunque este frío de la corrupción lo llevamos dentro desde hace años y en todas las estaciones, se acaba de intensificar y de qué manera.

Pero es que además ha reaparecido el invierno en los Mercados de valores, con todo lo que ello supone, de forma también sorpresiva. Dicen que no hay nada más fácil de explicar que el tiempo que hizo ayer ni lo que el día anterior pasó en la Bolsa, pero es de las pocas veces en las que nadie sabe qué narices está pasando en los Mercados mundiales. Es cierto, y esto ya sabíamos, que la cconomía real no va a la par que los Mercados, pero en un sentimiento global de fin de la recesión brutal que hemos tenido desde 2008, hace ahora ya 8 años, de repente se derrumban todos los Mercados mundiales alrededor de un 15% desde primeros de año. Frío, mucho frío que nos hace a todos más pobres y despoja del poquito calorcito al que iba volviendo la economía.

Por si esto fuera poco, ha quedado esta semana también de manifiesto que aunque nuestras Haciendas han recaudado más que en el ejercicio anterior, ha sido menos que las previsiones realizadas. La lógica es aplastante, la menor carga de trabajo de empresas sobre todo relacionadas con la energía y la bajada espectacular del precio del petróleo, que nadie en el mundo imaginaba, está tras esta realidad. Esto nos indica que el invierno económico no sólo no se ha acabado para nuestras instituciones, sino que arrecia con la menor capacidad de gasto por parte de ellas y la consiguiente ralentización de muchos sectores ligados a la inversión institucional. Además, deja a las claras nuestra cada vez mayor dependencia de factores externos como puede ser el precio del barril de petróleo, que llegó a estar a 140 dólares y ahora está a 30, eso sí que es invierno, aunque a nosotros nos salga el litro de gasolina sólo un poco más barato.

A todos estos frentes fríos y profundas borrascas antes descritas le añadiremos, ya dentro de la economía doméstica, que la verdadera cuesta de enero se nota en casa sobre todo en febrero, donde ya ni siquiera las rebajas, rebajadísimas, animan a lanzarse a por las supuestas gangas y eso también para nuestro pequeño comercio supone unos grados bajo cero añadidos.

Puro invierno entonces; en lo meteorológico entramos en unas horas y aunque nos acompañe unos días o semanas, sabemos que pasará; pero los otros temas nos encogen desde la ilusión hasta el alma congelándonosla hasta los 10ºC bajo cero.

Dicen que tras la tormenta llega la calma, y aunque la esperanza no perdemos, de momento tras la tormenta nos llega otra tormenta y además más gorda, así que por lo menos abríguense bien.