Madrid - Las muestras sospechosas por el virus zika que llegan al Centro Nacional de Microbiología (CNM) se han disparado desde el lunes cuando la Organización Mundial de la Salud declaró emergencia sanitaria internacional, siendo ya más de cien las recibidas en menos de un mes.
La jefa del Laboratorio de Arbovirus y Enfermedades Víricas Importadas del CNM, Paz Sánchez-Seco, afirmó que casi todos los días “llegan decenas de muestras”, aunque esta semana ha sido más intensa desde que la OMS alertó de los casos de microcefalia en embarazadas y su posible relación con el zika.
Como laboratorio de referencia, el CNM de Majadahonda (Madrid) ha confirmado hasta el momento casos positivos de zika en Murcia, Valladolid, Salamanca y Madrid, mientras que en Catalunya se han constatado otros tres, uno de ellos el primero de una mujer embarazada que había viajado recientemente a Colombia.
Sánchez-Seco consideró importante vigilar la llegada de viajeros desde América, con casos de zika en 25 países, a la costa del Mediterráneo y a Baleares donde existen mosquitos vectores (de la especie Aedes albopictus) que pueden transmitir el virus al humano.
Los protocolos de vigilancia, como ocurre con el dengue o chikunguña, además de controlar al vector, “permitirán frenar la aparición de casos de transmisión local controlando los viajeros infectados mediante herramientas epidemiológicas, ya que en principio produce una sintomatología de fiebre, dolores articulares y erupción en la piel”, apuntó. “No debería pasar nada más desde el punto de vista de la salud pública”, manifestó.
En el caso de las embarazadas, aunque todavía no hay confirmación científica de que el zika provoque microcefalia en el feto, la investigadora estimó necesario “un diagnóstico lo más temprano posible sobre todo si se han infectado durante el primer trimestre de gestación”.
“Creo que va a haber muchísimos casos importados de zika y, cada vez, más laboratorios del país van a poder diagnosticarlo. Desde el CNM vamos a actuar como laboratorio de referencia y ayudaremos a implementar los métodos”.
Sánchez-Seco, que dirigió desde el CNM los análisis de las muestras de los casos de ébola en España, explicó que con el zika también se trabaja en un nivel de seguridad P3 (P4 es el máximo pero no existe laboratorio de este nivel en España), aunque la normativa europea establece el nivel P2.
A este laboratorio se trasladan las muestras de sangre, suero y orina de los casos sospechosos. “Llegan decenas de muestras casi todos los días y el proceso no puede ser tan rápido como el del ébola, no podemos responder en 24 horas”. - Efe