GAsteiz - Euskadi cuenta con 900 desfibriladores instalados en espacios públicos, un requisito obligatorio para determinadas instalaciones, según se recoge en un decreto aprobado por el Gobierno Vasco hace un año. Estos equipos pueden salvar la vida a una persona que sufra una parada cardiorrespiratoria mientras llegan los servicios de emergencia. Además, en unos meses, se podrá conocer la localización exacta de estos dispositivos gracias a una aplicación digital (app) que preparan el Departamento de Salud y Osakidetza y que ofrecerá de forma inmediata y actualizada, la información y la ubicación de los desfibriladores.

La nueva aplicación estará operativa para este verano, en euskera y castellano, para dispositivos Android e IOS, y se podrá descargar de forma gratuita. Con este nuevo recurso se podrá tener disponible en el teléfono móvil o en la tablet una información muy útil para actuar con la mayor rapidez en el caso de que una persona sufra una parada cardiorrespiratoria fuera de un hospital.

Darpón, que analizó ayer el desarrollo del decreto, se mostró satisfecho porque ahora hay una mayor concienciación y se dispone de un número muy elevado de desfibriladores que pueden ser utilizados por personas que no sean médicos. “Esos aparatos ayudarán a aumentar las expectativas de supervivencia ante una parada cardiorrespiratoria mientras llega el personal sanitario”, aseguró.

mil paradas fuera del hospital En concreto, en el último año se han atendido 1.152 paradas cardiorrespiratorias fuera de centros hospitalarios. En 605 de esos casos las asistencias médicas recurrieron a un desfibrilador y en 11 este aparato fue utilizado por personal no sanitario.

La normativa sobre desfibriladores se enmarca en el Plan de Salud 2013-2020, en el que las enfermedades cardiovasculares son un objetivo prioritario. De esta manera hace tres meses se activó el “código infarto”, un protocolo asistencial que coordina todos los recursos existentes para reducir los tiempos de actuación ante un infarto de miocardio. Este código está contemplado en la red asistencial al infarto de miocardio, Bihotzez, de Osakidetza.

En virtud del decreto aprobado hace ahora un año, Euskadi cuenta concretamente con 897 desfibriladores instalados en espacios públicos, que pueden ser utilizados por personal ajeno a la profesión sanitaria. Asimismo a partir del 1 de marzo, se realizarán inspecciones para comprobar el grado de cumplimiento gracias a la concienciación que ha generado este decreto aunque su instalación no sea obligatoria.

Y es que tal y como establece el decreto, a partir del 5 de febrero se dispondrá de desfibriladores en los grandes centros comerciales, individuales y colectivos; aeropuertos y puertos comerciales, estaciones de autobuses o ferrocarril de poblaciones de más de 50.000 habitantes, y las estaciones de metro, tren o autobús con una afluencia media diaria superior a 2.000 personas.

También deben instalarse estos equipos en establecimientos públicos, instalaciones, espectáculos y actividades recreativas con un aforo autorizado superior a 700 personas y los centros educativos con un aforo superior a 2.000 personas.