Londres - Una nueva tormenta en el noroeste de Inglaterra y Gales amenazaba ayer las zonas más castigadas por las inundaciones de los últimos días, precipitaciones que han dejado bajo el agua más de 2.000 viviendas y 400 comercios. El Servicio Meteorológico británico anunciaba ayer que un nuevo frente de la tormenta Frank, procedente del Atlántico, iba a provocar fuertes precipitaciones durante la noche de ayer en el norte de Gales y los condados ingleses de Cumbria y North Yorkshire, por lo que las autoridades británicas mantienen nueve alertas “graves” de inundaciones, lo que supone que hay peligro de vida para los habitantes, y lo que ha obligado a la evacuación de residentes.

El Gobierno desplegó el lunes a unos 500 soldados para ayudar en las tareas de evacuación y limpieza en algunas zonas afectadas, pero las intensas lluvias han causado serios problemas en las comunicaciones. Al menos cuarenta carreteras permanecían ayer cerradas en el norte de Inglaterra, en tanto que algunos servicios ferroviarios se han visto afectados, puesto que hay vías que están bajo el agua, y las autoridades han dispuesto la inspección de algunos puentes y la reparación de vías de trenes dañadas por el agua. Se estima que los costes materiales por las precipitaciones ascienden a unos 5.800 millones de libras (7.830 millones de euros).

El primer ministro británico, David Cameron, defendió el lunes los fondos destinados a proteger las zonas del norte de Inglaterra en caso de inundaciones, pero el Gobierno informó ayer de que habrá una revisión de esa actual estrategia de protección. El subdirector de la Agencia de Medio Ambiente británica (EA), David Rooke, señaló en este sentido que el Gobierno tendrá que revisar las defensas del Reino Unido y consideró que el país va camino “a un periodo de extremos desconocidos”, al referirse al cambio climático. “Necesitaremos un replanteamiento completo”, dijo ayer Rooke, que estimó necesario evaluar si habrá que modificar los suelos de las casas, el lugar donde deben ir los enchufes de electricidad y aplicar otros sistema de alerta de inundaciones. El secretario de Estado para las inundaciones, Rory Stewart, advirtió de que la tormenta Frank vislumbra una “situación muy mala” para los residentes castigados por las inundaciones. En declaraciones a la BBC, Steward admitió estar “muy preocupado” y resaltó que los servicios de emergencia y personal voluntario están trabajando “muy duro” para ayudar a la gente. “La gente apenas ha tenido un respiro durante tres semanas y media porque esto viene desde principios de diciembre”, agregó. “Hay otro frente y puede haber más inundaciones otra vez, así que necesitamos a los servicios de emergencia, grupos de voluntarios (...) para que estén preparados en lo que puede ser una situación muy mala el miércoles y el jueves”, subrayó el secretario de Estado.