euskalkultura.com

madrid - Hace ya 22 años que María Gainzarain abandonó su Vitoria-Gasteiz natal y pasó a Madrid, inicialmente “para estudiar y volver”, aunque como ocurre frecuentemente los planes adquirieron vida propia y María conoció a quien hoy es su marido, “un chico de Madrid, con abuelos también de Vitoria; me casé con él el mismo año en que pensaba regresar y me quedé”. María es hoy madre de Itziar y Germán, dos jovencitos de 14 y 9 años, y participa desde hace casi un año -“ahora que los hijos me permiten tener algo más de tiempo”- de la Junta Directiva de Euskal Etxea de Madrid.

Estudió usted Arte Dramaturgia y Dirección de Teatro, así como Creación de Guiones en CEV, la Escuela Superior de Comunicación de Madrid, aunque laboralmente ha probado de todo, mientras criaba a sus dos hijos.

-No resulta fácil compatibilizar la vida profesional y la familiar. Como dices, he hecho un poco de todo a lo largo de los años, desde dar clases de castellano, he hecho teatro... durante años me arreglé con trabajos que me ofrecían flexibilidad para poder ir acompañando la educación de mis hijos. Trabajé durante cinco años para Mediaset y ahora mismo, a fin de año, finalizo un contrato para Antena 3 preparando la Gala de Nochevieja. Por otro lado, hace tiempo que Julio Elejalde, presidente de Euskal Etxea, me venía proponiendo sumarme a la Directiva, de modo que este año por fin le llamé y le dije que sí y desde enero aquí estoy, procurando echar una mano.

¿Hay tantos vascos en Madrid como dicen?

-Creo que sí. Cuando cambié de domicilio en Madrid, y nos vinimos a nuestro actual barrio, en un momento dado me puse a pensar y me di cuenta de que la vecina de enfrente era como yo de Vitoria y de que, sin ir más allá, los de arriba eran de Bilbao. En Madrid me he encontrado con muchos amigos del País Vasco y he hecho también muchos amigos de Euskadi. Hay bastantes vascos. Creo además, que hay una percepción positiva sobre nosotros y que estamos bien considerados.

¿Le han cambiado muchas veces o han leído o escrito erróneamente su apellido?

-Muchas. En una época, casi siempre, y mira que es de los fáciles, pero también diría que cada vez me ocurre menos. Era mucho peor cuando llegué: creo que al no conocerlo lo veían largo y se impacientaban. Mi padre nos transmitió que procede al parecer de la zona de Beasain, en Gipuzkoa. En el mundo del fútbol, aquí y en Sudamérica, sí ha sido en algún momento un apellido reconocido.

A principio de este mes de diciembre Euskal Etxea organizó en el Círculo de Bellas Artes de Madrid un concierto solidario del grupo de folk Korrontzi y de sus propios dantzaris.

-Reunimos a 220 personas en un concierto cuyos fondos fueron íntegramente a parar a la Fundación Sanfilippo. Coincidí en las redes sociales con la bilbaina Naiara Gómez de Andoin y aprovechamos una ocasión en que vino a Madrid para reunirnos. Me habló de cómo es la enfermedad y cómo afecta a los niños y de la necesidad que tienen de fondos para avanzar en su investigación. A partir de ahí lo planteamos en la Junta Directiva de Euskal Etxea, que ya planeaba el concierto de Korrontzi, y todos se portaron estupendamente, donando su participación, tanto Korrontzi, como Euskal Etxea, como sus dantzaris, el Círculo de Bellas Artes y todos quienes intervinimos. La función resultó soberbia y llegó a reunir a cincuenta músicos, dantzaris y artistas sobre el escenario, con la gente puesta en pie aplaudiendo largamente como colofón.

¿Cómo va Euskal Etxea de Madrid?

-Estamos realizando un importante esfuerzo de aggiornamiento, incrementando y mejorando nuestra oferta de actividades. Este pasado lunes celebramos con una txistorrada Santo Tomás y estos días hemos recibido a Olentzero, organizado una exposición pictórica y el concierto de Navidad. Lo cierto es que sobre nuestra oferta tradicional de clases de euskera, del orfeón, celebración de fiestas tradicionales y muestras variadas de diferente signo, estamos abriendo una época de renovado dinamismo y puertas abiertas. Hemos logrado que el txoko esté siempre abierto y queremos que los vascos sientan sin atisbo de duda que esta es su casa, tanto los vascos de Madrid como quienes vienen de visita desde el País Vasco o desde la Diáspora. Estamos en pleno corazón de la ciudad y nuestras salas están abiertas para que músicos vascos, escritores, artistas y creadores en general se presenten ante el público madrileño. Es más, supone para nosotros un motivo de satisfacción recibirles, puedes ponerlo así. Les esperamos.