Atenas - Un grupo de personas que esperan poder cruzar la frontera entre Grecia y Macedonia, en su mayoría procedentes de Marruecos, Irán y Pakistán, lanzaron ayer piedras a ciudadanos de Siria, Afganistán e Irak, los únicos que tienen permitido la entrada en territorio macedonio.
La Policía se colocó entre los dos grupos para impedir el lanzamiento de piedras y desde la parte macedonia las autoridades enviaron una tanqueta lanza-agua.
Hace dos semanas, el Gobierno de la Antigua República Yugoslava de Macedonia decidió permitir el paso solamente a sirios, afganos e iraquíes con el argumento de que Serbia, Eslovenia y Croacia habían adoptado esta medida con antelación.
Esto ha provocado que entre 2.000 y 3.000 personas, según los medios, estén atrapadas y algunas se hayan enfrentado al resto por lo que consideran una situación privilegiada.
Además, los intentos de saltar la valla que separa ambos países han provocado disputas con la Policía y la muerte de un joven marroquí ayer electrocutado.
El campo de tránsito situado en la localidad griega de Idomeni está congestionado, por lo que muchos han sido trasladados a la vecina Políkastro hasta que se desbloquee la situación.
En las últimas horas, de acuerdo con cifras de la Policía, unas 1.100 personas han cruzado la frontera hacia Serbia con destino a los países del centro y norte de Europa.
La televisión pública griega informó ayer de que la Policía inició controles en las carreteras que unen Atenas y Salónica para dejar pasar solo a aquellos a los que Macedonia permite la entrada.
Amnistía Internacional (AI) instó al Gobierno macedonio a interrumpir esta política selectiva.
“Instamos a Macedonia a poner fin a su política discriminatoria en la frontera, lo que está alimentando las tensiones. Miles de personas están atrapadas entre la espada y la pared, en condiciones extremas y sin posibilidad de solicitar asilo”, señaló la directora adjunta de AI para Europa y Asia Central, Gauri van Gulik. - Efe