Londres - Pasadas las doce de la mañana la lluvia y el fuerte viento hacían a muchos mirar al cielo y pensar que no habría una tregua un par de horas. Estaba a punto de comenzar la Marcha por el Clima en Londres y los activistas de Greenpeace se preparaban y daban panfletos a los primeros ciudadanos que se acercaban. Entre ellos, destacaban 30 trabajadores de la empresa de energía solar Solarcentury, vestidos con monos de color naranja y cascos amarillos.

Uno de ellos, Seb Berry, explicó a DEIA como cuando comenzaron su negocio en 1998 muchos dudaron de si entrábamos en el siglo solar y como ahora este tipo de tecnología podría establecerse a nivel mundial como la principal fuente de electricidad en 2050. “Somos optimistas de que habrá un resultado significativo en París, pero no sirve de nada si los gobiernos nacionales, incluido el británico, firma de objetivos ambiciosos a largo plazo si al mismo tiempo echa para atrás energías renovables como la solar, destruyendo las energías limpias, el empleo y la inversión”, dejó claro Berry.

Además, el bloque de Greenpeace llevaba también una Marcha de los osos polares, con un recipiente cubierto de nieve y gente disfrazada de osos polares pidiendo protección para el Ártico. Bailaban al ritmo de música pinchada por el cantante del grupo Radiohead, Thom Yorke, que amenizaba la marcha desde una carroza.

Otra cara conocida que no quiso perderse la Marcha por el Clima en Londres fue la actriz y activista Emma Thompson, quien no dudó en ponerse en primera fila portando una pancarta recordando a los líderes ante la reunión de París que el mundo entero les estará mirando. Para Thompson, si bien el carbón está dejando de ser usado en muchos países de todo el mundo, ahora se necesita que “los gobiernos mantengan la tendencia y dejen de apuntalar a las industrias de combustibles fósiles”. La actriz recalcó que no tiene ninguna duda de que “un 100% de energías renovables es 100% posible en el futuro”.

Mensaje a París El que tampoco faltó fue un habitual en las manifestaciones a favor de las energías renovables, el líder laborista, Jeremy Corbyn. No tuvo problemas en tomar el micrófono en lo alto de un camión de bomberos en las proximidades de Hyde Park para pedir a los asistentes que enviaran un mensaje a los más de 147 líderes mundiales que se espera que asistan las conversaciones sobre el clima.

“Los que están sentados alrededor de las mesas en París tienen una enorme oportunidad frente a ellos. No dejéis que se rindan o nos engañen. Hacedles entender que si no queremos dejar a las generaciones futuras un mundo de inundaciones, de desastre ambiental, un mundo donde nuestros hijos no sean capaces de vivir o comer adecuadamente, ellos no pueden permitir que la contaminación del planeta continúe. Sin embargo, si escuchan las voces de millones de personas en todo el mundo gritando que es posible reducir el cambio climático y proteger más el medio ambiente, tendrán que hacer algo útil”, recalcó el laborista.

Los organizadores anunciaron que más de 50.000 personas habían participado en la marcha, una cifra muy superior a la que asistió a una marcha similar en 2009, pocos días antes de la cumbre del clima de Copenhague similar a la que se celebrará en París. En concreto, el director de campaña en Avaaz, Alex Wilks, resaltó como fue la mayor marcha por el clima en la historia británica: “Nuestros pasos se están haciendo eco en todo el mundo junto a cientos de miles de personas que han salido a las calles pidiendo la transición a un 100% de energía limpia”.

Lo cierto es que no solo los ciudadanos británicos están pendientes de lo que ocurra en París, sino que además diez empresas líderes como Tesco, BT, y Mark & Spencer, escribieron una carta al primer ministro, David Cameron, pidiéndole políticas estables y una financiación adecuada para apoyar al sector de la energía limpia. En esa línea, advirtieron a Cameron de que “los cambios frecuentes socavan la confianza de los inversores y afectan la capacidad del Reino Unido para competir en el sector global de bajas emisiones de carbono”.