BRUSELAS - La Unión Europea (UE) redujo entre 1990 y 2012 un 17,9% sus emisiones de gases invernadero, mientras que en España, en el mismo periodo, se incrementaron un 22,5%, según datos publicados ayer por la agencia comunitaria de estadística Eurostat de cara a la Cumbre del Clima de París (COP21).
El objetivo de la UE es reducir estos gases contaminantes en un 20% para 2020 y un 40% en 2030. Del total de gases invernadero producidos en el conjunto de la Unión, el 27% procedieron de la energía, el 26% de la industria, el 19% de los hogares, el 12% de la agricultura, el 11% del transporte y el 6% del sector servicios.
En el contexto español las cifras fueron similares, con un 23% de emisiones provenientes del sector energético, un 29% del industrial, un 19% del consumo doméstico, el 13% de la agricultura, el 12% del transporte y el 5% de los servicios.
En 1990, los combustibles fósiles produjeron el 83% del total de energía consumida en la UE, mientras que en 2013, el porcentaje había bajado al 75%. En España, hace dos décadas, este tipo de combustibles se emplearon para generar el 78% de la energía, y en 2013 esta cifra decreció al 74%.
Cada europeo generó en 2013 un total de 481 kilogramos de basura, de los que el 31% fueron desperdicios destinados a vertedero. En 1995, esta misma tasa había sido del 67%, lo que indica que en las dos últimas décadas se ha desarrollado una mayor implantación de la recogida selectiva.
Por su parte, cerca de una veintena de personalidades relevantes relacionadas con el clima y la energía en España consideran que la cumbre de París supone una ocasión histórica dar un “cambio de rumbo” a la humanidad y llegar a tiempo para afrontar el mayor reto en estos momentos. París “es realmente la última oportunidad que tenemos de alcanzar un acuerdo mundial que implique a todos los países para empezar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero”, afirmaba José Manuel Moreno, miembro del Panel Intergubernamental de Expertos de Cambio Climático de la ONU (IPCC).
Xavier Lavandeira, también miembro de dicho órgano, considera que sin un acuerdo como el que se prevé adoptar en París sería difícil mantener el planeta por debajo de un peligroso aumento de temperatura de dos grados. “Es la gran oportunidad para que los gobiernos demuestren que están a la altura del liderazgo que sus ciudadanos les han otorgado”, explicaba Mar Asunción, portavoz de Cambio Climático de WWF.
zapatos del papa Un par de zapatos del papa Francisco, que se encuentra estos días de visita oficial en África, abrirán mañana en París la marcha simbólica de apoyo popular a la lucha contra el cambio climático con la que la ONG Avaaz ha querido sustituir la manifestación prevista y anulada por motivos de seguridad. - Efe/DNA