BARELONA. Jóvenes gitanos y no gitanos de España, Albania, Austria, Hungría, Rumanía, Bélgica y Alemania, que han participado hoy en la I Conferencia sobre "antigitanismo", han lamentado que "hasta un 46 % de los europeos diga que no se sentirían a gusto trabajando con un compañero de origen gitano".
Este dato del barómetro europeo sobre discriminación, realizado este año, es uno de los asuntos que han abordado hoy los cuatro jóvenes que se han hecho cargo de la ponencia celebrada en Barcelona con motivo de la Conferencia que comenzó el día 9 y finalizará el próximo domingo.
Bajo el lema "Putren Le Jakha" ("Abre los ojos" en romaní), los jóvenes han explicado que han trabajado conjuntamente para "romper la barrera que obstaculiza la plena inclusión social del pueblo gitano", y han reivindicado el uso del concepto "antigitanismo", al señalar que todavía no está reconocido por la Real Academia Española (RAE).
Una de las ponentes, Noemí Fernández, que es gitana, de Barcelona y estudiante de Derecho, ha destacado que el "antigitanismo" es una ideología "transversal" que "frecuentemente se banaliza", aunque afecta de incontables maneras al pueblo gitano, y en muchos aspectos de su vida.
Por su parte, José Antonio Moreno, también gitano catalán y licenciado en Ciencias Políticas, ha recordado que el pueblo gitano "es el más discriminado de Europa", según el barómetro europeo sobre discriminación.
El exterminio del pueblo gitano por parte de los nazis también ha sido una cuestión tratada durante el acto, al reprochar los ponientes que "una institución internacional como el Parlamento Europeo" haya tardado "setenta años en reconocer el genocidio", y que además haya sido gracias a las reivindicaciones de jóvenes gitanos y no gitanos.
En opinión de estos jóvenes, la discriminación, el odio, las persecuciones y el racismo continúan hoy en día.
Los ponentes han elaborado un manifiesto en el que denuncian el papel de "los medios de comunicación del Estado español", a través de los cuales se difunde "una imagen estereotipada e irreal de los ciudadanos gitanos" en programas como "Palabra de Gitano" o "Anclados", de Cuatro y Telecinco, respectivamente.
También han acusado al gobierno municipal de la localidad de Miskolc (Hungría) por "desalojar una calle donde viven familias gitanas", al dar 6.000 euros a cada familia que se marchara y "abandonaran Miskolc durante cinco años", y han denunciado la destrucción de campamentos de ciudadanos gitanos por parte del Ayuntamiento de Tirana (Albania).
La joven de origen albanés Albana Nuredini ha explicado como unos amigos suyos, que ignoraban su origen, comenzaron a menospreciar a un niño gitano por lo que ella decidió intervenir y les advirtió: "yo también soy gitana", a lo que sus amigos respondieron: "pero tu eres diferente".
Nuredini ha pedido que no se juzgue "a las personas sin tener información", a la vez que ha animado a otros gitanos a "perder el miedo de enfrentarse a esta realidad", el "antigitanismo".
A su vez, el joven gitano de Ucrania Maxim Flora ha destacado la "responsabilidad" que tiene "cada parte de la sociedad" en la perpetuación del "antigitanismo", aunque se ha mostrado "convencido" de que se puede cambiar la situación "actuando todos juntos".
Finalmente, bajo el lema "Putren Le Jakha" ("Abre los ojos" en romaní), los jóvenes han hecho una llamada a las autoridades políticas locales europeas y comunitarias a luchar contra el "antigitanismo", a través de la enseñanza de la historia del pueblo gitano, una historia "profundamente europea que desconoce la mayoría de la población" y cuyo conocimiento "contribuiría a reducir estereotipos y discriminaciones".