bruselas - Los ministros de Interior de la Unión Europea no lograron ayer la unanimidad necesaria para dar su respaldo político al plan de la Comisión Europea para reubicar a 120.000 demandantes de asilo llegados inicialmente a Italia y Grecia; y aplazan la decisión a su próxima reunión del 8 de octubre. Fuentes comunitarias indicaron que los que se opusieron fueron República Checa, Eslovaquia, Polonia, Hungría y Letonia, y apuntaron a que el anuncio por parte de Francia y Alemania de un acuerdo político antes del fin de la reunión no ayudó a conciliar las posiciones.
Una “gran mayoría” de países se mostraron “comprometidos con el principio” de dar acogida a estos refugiados, según informó en una rueda de prensa final el ministro de Asuntos Exteriores de Luxemburgo y presidente de turno de la UE, Jean Asselborn. Sin embargo, las dudas de “algunos países, pocos” impidieron el acuerdo, según explicó el ministro español, Jorge Fernández Díaz, que recalcó que España no planteó “ninguna reserva” al documento. Fernández Díaz descartó que el fracaso de ayer vaya impulsar la convocatoria de una cumbre extraordinaria de jefes de Estado y de Gobierno de la UE, y dijo que se volverá a la cuestión en la reunión del próximo 8 de octubre en Luxemburgo.
Las referencias a que el programa de reubicación fuera obligatorio ha sido uno de los problemas para el consenso, según indicaron fuentes diplomáticas, que han apuntado al grupo de Visegrado (Polonia, Hungría, República Checa y Eslovaquia) y Letonia como las delegaciones que han bloqueado el pacto. Los ministros de Alemania y Francia habían anunciado de manera prematura el acuerdo horas antes de que concluyera la reunión, algo que “no ha ayudado” a superar los últimos escollos, según ha revelado un alto funcionario partícipe de las negociaciones.
declaración de compromiso Al frustrarse el acuerdo, el texto sobre el que trabajaban los ministros ha quedado en una declaración de la presidencia luxemburguesa que recoge el compromiso de una mayoría de Estados miembros con el proyecto. El objetivo es avanzar en el trabajo técnico durante las próximas semanas, de cara a perfilar un acuerdo definitivo en la próxima reunión de ministros de Interior, el 8 de octubre.
Aunque las normas de la UE exigen unanimidad para cerrar un texto que dé respaldo político a una decisión, en la práctica no será necesaria dicha unanimidad para acordar el programa y bastará que los países favorables sumen una mayoría cualificada.
El presidente del Consejo, Donald Tusk, amenazó días atrás con convocar una cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE en septiembre si no se producían avances de calado en la cita del lunes. Asselborn, sin embargo, recalcó que el consejo de ministros europeos “puede tomar decisiones sin necesidad de unanimidad y que, en este caso, cuenta con una mayoría muy, muy amplia”.
Pese a estas diferencias, los ministros sí han logrado un acuerdo unánime para activar el primer programa de reubicación de demandantes de asilo llegados a Italia y Grecia, para el que Bruselas quiere 40.000 plazas. Por el momento, los Estados miembros sólo han comprometido 32.000, incluidas 1.300 para España.
Los países tienen hasta final de año para pactar “entre todos” el reparto de las 8.000 plazas restantes para lograr el objetivo de reubicar a 40.000 personas con derecho a la protección internacional.
aumenta la ayuda a acnur El ministro luxemburgués de Inmigración señaló que, a pesar de no alcanzar el acuerdo, los países han decidido “aumentar la ayuda europea a ACNUR”. La asistencia, que procederá en su mayoría del presupuesto de la UE y de las arcas de los Estados miembros, servirá para ayudar a gestionar los campos de refugiados “de la manera más humanamente aceptable, principalmente en los países fronterizos con Siria”, dijo Asselborn.
El alto comisionado de la ONU para los Refugiados, António Guterres, quien asistió al consejo extraordinario, declaró que la situación en los campamentos es dramática y que ACNUR se queda “corta de dinero”, señaló. - Agencias