BILBAO. El denominado timo del tocomocho y la estampita es una modalidad de estafa tradicional, cometida desde hace décadas por grupos delincuenciales estables y organizados, en muchos casos con vínculos familiares, que utilizan el engaño , nunca la violencia, y que realizan campañas itinerantes, tanto en Euskadi como en otras zonas limítrofes.
El modus operandi consiste en que uno de los autores simula cierta torpeza o debilidad mental, por lo que aparenta no ser consciente del valor de los décimos de lotería o de la ONCE premiados (tocomocho), o del importe de los billetes de dinero que ha encontrado por azar (estampita).
Cuando contacta en la vía pública con la víctima elegida, se aproximan uno o dos cómplices, que simulan interesarse por lo sucedido y se prestan a colaborar, convenciendo a la víctima de que está ante una oportunidad de negocio. Minutos después la transportan en vehículo a una sucursal bancaria para que extraiga una cierta cantidad de dinero, que entregará a uno de los timadores con el señuelo de quedarse, a cambio, con un décimo premiado o parte del dinero encontrado.
Durante el año 2015 se han denunciado ante la Ertzaintza 27 casos de esta modalidad delictiva (21 tocomocho y 6 estampita), en los que sus autores han obtenido un botín de 146.450 euros, aunque se estima que la cifra sería más elevada, debido a la posible existencia de más casos cuyas víctimas no han denunciado los hechos por vergüenza.
Por Territorios Históricos, Bizkaia ocupa el primer lugar, con 14 delitos, seguido de Araba, 7, y Gipuzkoa, 6. En Bizkaia, las localidades con denuncias son las siguientes: Barakaldo (4), Bilbao (2), Portugalete (2), y Basauri, Santurtzi, Leioa, Getxo, Berango, Sestao (1 respectivamente). En Araba, todos los casos se han cometido en Vitoria-Gasteiz. En Gipuzkoa: Hernani (2), Irun (2), y Donostia y Eibar (1 respectivamente).
El modus operandi descrito no es novedoso en ninguno de sus aspectos, se realiza en la vía pública a plena luz del día, con el consentimiento de la víctima, que necesariamente debe extraer el dinero de una sucursal bancaria en la que tenga una cuenta abierta. Se ha comprobado que los grupos de estafadores activos, integrados por 3 o 4 individuos, entre ellos generalmente una mujer, cuentan siempre con un vehículo aparcado en las proximidades del lugar de contacto inicial con la víctima, a la que transportan a su domicilio para recoger el DNI y las libretas bancarias y luego a una sucursal bancaria de la que no sea cliente habitual.
Las estafas se producen en cualquier época del año, siempre en jornada laborable y preferentemente entre las 10,30 y las 13 horas. La edad de la víctima supera en todos los casos los 70 años, e incluso se han registrado nueve engaños a mayores de 80 años. Las cantidades estafadas oscilan entre los 3.000 y los 15.000 euros, aunque se ha llegado a registrar uno de 40.000 euros.
Protocolo de la Ertzaintza con los bancos
En 2013 la Ertzaintza acordó un protocolo de actuación con las entidades bancarias que operan en Euskadi para detectar y evitar este tipo de estafas. Gracias a esa colaboración en 2015 tres timos han sido frustrados. En concreto las víctimas estuvieron a punto de sacar 3.000 euros en dos de los casos, y 12.000 en el tercero.
En uno de esos intentos se consiguió detener a los autores de la estafa tras una fuga en su vehículo: un hombre de 57 años, una mujer de 57, y una menor de edad, de 16 años.
Recomendaciones
La Ertzaintza recomienda a toda la población en general y especialmente a las personas mayores estar alerta para evitar ser víctima de este tipo de delitos.
Asimismo, ante cualquier sospecha, se aconseja alertar a la comisaría más cercana o a través del 112 de SOS Deiak de la presencia de esta clase de delincuentes.
En caso de ser víctima de este fraude delictivo se recomienda presentar denuncia.