móviles que caen a la piscina por error, ordenadores que se exponen demasiado tiempo al sol o cámaras de fotos que besan el suelo accidentalmente son algunas de las incidencias típicas del verano, la época del año en la que más personas acuden a expertos para recuperar sus recuerdos digitales.
La recuperación de recuerdos y documentos de importancia acumulados en memorias digitales por particulares, familias o empresas y perdidos posteriormente supone un nicho de negocio para nuevas empresas tecnológicas dedicadas a la recuperación de datos: a mayor número de recuerdos, mayor pérdida y por tanto mayor negocio.
En la actualidad, la tendencia de los dispositivos avanza hacia sistemas dotados con tecnología SSD o memoria flash, dejando a un lado los hasta ahora más habituales discos duros mecánicos.
Esto facilita la recuperación porque es posible recuperar los datos electrónicos con mayor facilidad, mientras que los físicos sí pueden destruirse completamente.
Las nuevas empresas del sector son capaces de rescatar información de todo tipo de dispositivos dañados: desde móviles hasta portátiles, centros de datos, discos duros o memorias USB.
Para ello utilizan técnicas específicas que huyen de medidas recomendadas popularmente en redes sociales y que siguen estos sencillos pasos:
En primer lugar, hay que sacarlo lo antes posible del agua. Evitar la tentación de pulsar las teclas para comprobar si el móvil funciona.
Siempre que se pueda y si el móvil cuenta con batería reemplazable, hay que intentar retirarla para minimizar el riesgo de cortocircuito en el terminal. Si es un iPhone, habrá que arriesgarse a pulsar los botones para comprobar si sigue funcionando. Si es así, hay que apagarlo lo antes posible.
Es imprescindible retirar todos los accesorios acoplados al móvil, como fundas o carcasas. De esta manera, se facilitará un secado más rápido. Es necesario extraer la tarjeta SIM y la de almacenamiento si cuenta con ella, dejando ambos compartimentos abiertos para facilitar la ventilación. A su vez, hay que secar inicialmente el terminal con una toalla o trapo seco.
Por último, hay que sumergir el móvil en un bol de arroz y dejarlo ahí toda la noche.
Con estos sencillos pasos se elevan las probabilidades de revivir un móvil según el famoso blog sobre tecnología, News and tech blogs (CNE).
recuperaciones La empresa Kroll Ontrack ya ha analizado cerca de medio millón de casos de recuperación de información digital en todo el mundo, cifra que supone el análisis de más de 103 millones de gigabytes. Su director general en España, Nicholas Green, explicó que “la generalización de dispositivos móviles en los hogares trae consigo un aumento considerable de los casos en los que se pierden los datos”.
“Los dispositivos se multiplican en el hogar pero no se gestionan bien las copias de seguridad: sólo un 16 % hace una copia en la nube”, advirtió. Green añadió que “dos tercios de quienes las hacen pierden sus datos de todos modos debido a que no comprueban si su copia está dañada” o a fallos tan sencillos como el hecho de que los archivos buscados ni siquiera fueran guardados en la última copia.
Respecto a la recuperación de información de empresas, Green reconoció que “las grandes normalmente están más protegidas contra la pérdida de datos, no porque los equipos no fallen, porque lo hacen, sino porque tienen los dispositivos más avanzados de recuperación”.
En todo caso, la mayor parte de lo recuperado es confidencial, algo que supone un plus para sus clientes, pero que deja sin historias que contar. Una encuesta realizada entre más de 800 clientes de todo el mundo demuestra que la mayoría de los consumidores y las empresas crean soluciones de copia de seguridad, pero las brechas de seguridad siguen existiendo.
Así, por tercer año consecutivo más de la mitad de los encuestados (61%) sufrió una pérdida de datos pese a tener una copia de seguridad, si bien es un porcentaje menor respecto al 65% de 2014 y el 63% de 2013.
Lo más importante, aseguró, es ser cauteloso: “Si el dispositivo suena raro, el usuario debe apagarlo para que no se deteriore y, ante una inundación lo mejor es no secarlo y meterlo en una bolsa hermética”.
Aunque siempre hay excepciones: “Si un móvil cae a la piscina y lo más importante son los datos, lo mejor sería mantenerlo mojado y llamarnos..., si lo que prima es el propio móvil, se puede probar a secarlo y ver si funciona”.
curiosos Hay casos notables de rescate como el de un disco duro tras la explosión del piso de Leganés (Madrid) días después del 11-M, o tras la tragedia del transbordador espacial Columbia en 2003, que contenía trabajo científico de los astronautas durante su estancia en el espacio.
“Increíblemente lo encontraron en un lago, el agua amortiguó el impacto del disco duro, pues si hubiera caído en la tierra habría sido imposible recuperar el contenido”, resumió Green.