Barcelona - El viceconsejero de Transportes del Gobierno Vasco, Antonio Aiz, afirmó ayer que la Y vasca, enmarcada en el corredor ferroviario atlántico, constituye “una oportunidad sostenible” para la economía europea. Aiz presentó ayer en Barcelona la oferta logística multimodal de Euskadi bajo la marca Basque Country Logistics, en el marco del Salón Internacional de la Logística. El viceconsejero de Transportes describió a Euskadi como un “eslabón clave” de la red ferroviaria atlántica, calificada como “prioritaria” por la Unión Europea para facilitar la comunicación de personas y mercancías. “Euskadi es la puerta natural atlántica por donde se salva la barrera de los Pirineos hacia Europa, Sudamérica y África”, indicó.

Aiz citó infraestructuras en comunicaciones con las que cuenta Euskadi como la AP-8, AP-68, N-1, los puertos marítimos de Bilbao, Pasaia y Bermeo, el aeropuerto de Foronda y las plataformas logísticas de Arasur, Jundiz y Pasaia-Irun. Asimismo, destacó la última fase de construcción de la nueva red ferroviaria vasca, la Y. En este sentido, consideró que la puesta en servicio del tren de alta velocidad en Euskadi permitirá “una mayor capacidad del tráfico ferroviario de mercancías” ya que, a su juicio, “reúne todas las condiciones de interoperabilidad con la red europea”, circunstancia que “ahora no se da por los diferentes anchos de vía existentes”. Aiz opinó que el corredor ferroviario atlántico va a ser muy positivo “para la transformación y desarrollo futuro de la logística y el transporte en Euskadi” pero ha considerado que “debe superar la actual frontera ferroviaria con Europa”. Finalmente, hizo hincapié en la trascendencia del corredor atlántico y ha dicho que desde una perspectiva económica, el arco atlántico concentra un 30-40% del Producto Interior Bruto de la zona euro, es decir, más de 2 billones de euros de PIB.

Por otra parte, la ministra de Fomento, Ana Pastor, insistió en que se está cumpliendo “rigurosamente” los plazos para concluir la Y vasca en 2019 y avanzó que le pedirá a Francia que haga lo mismo. - Efe/EP