madrid - Los primeros españoles repatriados desde Nepal, donde el sábado les sorprendió el terremoto, han empezado a organizarse para llevar ayuda a las víctimas. Esa es la idea a la que quieren dar forma dos voluntarias madrileñas, Cristina Po Wenger, de 23 años, que lleva meses trabajando en un proyecto de “empoderamiento” para hacer sostenible una escuela de Bhaktapur con la ONG Círculo de Cooperación, y Ruth Aréjula Trejo, de 28, que había viajado a Nepal para visitar distintos proyectos con la intención de dedicarse a uno de ellos a partir de septiembre.

A bordo del avión relatan que su prioridad ahora es enviar ayuda a Nepal a través de alguna ONG china o india. Parten de la experiencia del Grupo de Voluntariado GEA, que en tres días ha recaudado 9.000 euros para una potabilizadora en la ciudad de Patan (cuesta unos 100.000) y cuentan con el apoyo de sus compañeros de viaje. “Mi idea ahora es hacer dinero y volver en septiembre” dice Ruth, que es maestra y entre otros proyectos había visitado una escuela y un orfanato. “Ahora no sé donde están mis niños”, deja escapar, algo emocionada. Ambas han decidido mirar adelante concentrándose en este proyecto. “Hemos cambiado el chip y ahora hay que trabajar y ayudar”, dice Cristina. Esta madrileña vivió las horas siguientes al seísmo y sus réplicas con la familia de un amigo nepalí. “Me han tratado como a una hija. Ellos no lloraban nunca, lo han perdido todo y te preguntaban ¿por qué estás seria, si estás a salvo?”, cuenta admirada. - E.P.